La primera
sensación fue un doloroso aturdimiento general, abrí un ojo después el otro lo cual
fue una tontería de mi parte, la luz y las paredes blancas atontaron mi visión.
¿Dónde estoy? Aguanté la respiración y me senté, la nuca me martilleaba, moví
los brazos sintiendo que el adormecimiento estaba extinguiendo. Ya sabía dónde
estaba, en un hospital. De mi brazo izquierdo salía un tubo conectado a un
suero.
Recordé que en
los hospitales hay un botón para llamar alguien. Presioné y en menos de lo que
imaginé llegó un doctor junto a una enfermera que le llegaba por debajo de los
hombros.
Doctor: ¿Cómo
te sientes? - parpadeé varias veces acostumbrándome a la luz del lugar.
Yo: Me pesa el
cuerpo y tengo hambre - asintió, le dijo algo a la enfermera y esta salió del
lugar. Vaya, solo estuvo diez segundos y se fue. Sí que se la está llevando
fácil.
Doctor: ¿Sabes
por qué estás aquí? - negué, en realidad creo que saber el porqué del cual
estoy aquí pero guardo la esperanza que sea por otra causa - Sufriste una
sobredosis por drogas.
Todo mi
interior se secó, a estas alturas todos ya lo sabrían.
Doctor: Te
realizamos un lavado gástrico. Podrías haber muerto, realmente tuviste suerte
que la ambulancia haya llegado tan rápido - ¿Ambulancia? Genial, se había
armado todo un drama por mi culpa.
Yo: ¿Cuánto
tiempo voy a estar aquí?
Doctor: Tal
vez, hasta mañana.
Las bisagras de
la puerta distrajeron mi atención al señor de bata blanca. La enfermera volvió
a entrar, ya no venía sola detrás de ella reconocí dos cuerpos masculinos, uno
más alto y mayor que el otro. Mi papá y Joe. Ambos se quedaron parados sin
saber que hacer o decir, solo contemplaban mi estado como si yo fuese una
especie en peligro de extinción. Tal vez sí me esté extinguiendo pero no soy
una especie.
Doctor: Señor
Johnson, ¿podemos hablar? - se acercó a él.
Tp: Claro.
Joe caminó nueve
pasos estando a mi costado. Esperé, esperé y esperé, solo observaba callado.
¿Me salió una segunda cabeza y yo no me di cuenta?
Yo: Sabes que
no me gusta que las personas se guarden lo que quieren decir.
Joe: ¿Estás
bien? - apreté el tubo del suero.
Yo: Acabo de
salir de una sobredosis, me siento como en Miami. - sabía que su risa jamás
llegaría, así que preparé mi mente para lo que dijera.
Joe: No debí creerte
cuando dijiste que todo estaba bien, que ya lo habías dejado. Fui estúpido - su
voz era aguda ¿va a llorar? - es la culpa de él.
Yo: Justin no
tiene nada que ver en esto, tengo la edad suficiente para pensar por mí misma y
no dejar que el resto me obligue a hacer cosas.
Joe: Para
algunas situaciones sí tienes la edad suficiente ¿no?, pero para otras eres una
niña de cinco años.
Yo: No quiero
pelear contigo - tiré la cabeza contra la dura almohada - ¿Papá está molesto
conmigo, no?
Joe: Está
molesto con él mismo - claro, los padres siempre tienden a echarse la culpa de
los errores de sus hijos. Lo cual lo encuentro tonto, ellos no son los que nos
inducen a equivocarnos somos nosotros mismos. - Además que está tenso por Madison.
Entrecerré los
ojos desesperada por la información a medias.
Yo: ¿Qué es lo
que le pasa a ella?
Joe: Ha
entrado a labor de parto, al parecer hoy nacen nuestros dos nuevos hermanos.
Yo: ¿Y él
sigue aquí? - grité, mi papá junto con el doctor vinieron hacia la cama - ¿Qué
haces aquí cuándo tu esposa te necesita?... Yo estoy bien - agité los brazos -
¿Ves?
Doctor: Tienes
que calmarte - sentí una mano en mi hombro, no sé de quién era.
Yo: Yo estoy
bien - repetí más calmada - si quieres consagrarte como un padre que se
preocupa, ya está bien, lo eres. Ve con tu esposa.
Tp: Quiero
saber que estás bien.
Yo: Ya te lo
dije estoy bien, no he muerto, estoy hablando.
Joe: Papá
hazle caso.
El doctor
acompañó a mi papá fuera de la habitación. Maldecí a todo que se me venía a la
mente, sobretodo me maldecí por haber hecho lo que hice sin darme cuenta que
iba a llegar a este punto, el de estar en un hospital con personas
preocupándose por mí.
Yo: Joe, tú
también vete. Quiero estar un rato sola, ¿sí?, por favor.
Joe: Bien. Voy
a ver cómo está Roberta. ______(Tn).
Yo: ¿Qué?
Joe: Mamá
llega mañana - salió.
¿A cuánta
gente he arrastrado a lo que solo era mi problema? Por mi culpa todos han
dejado su vida de lado para concentrarse en la mía. Por primera vez no vi a Joe
sonreír, mi papá dejó de lado a la mujer que ama y a sus futuros hijos, Roberta
está sola con su madre a punto de dar a luz y sin nadie a su lado que la
acompañe y mi mamá está interrumpiendo su rutina y trabajo, todo eso por mi
culpa. Yo no necesito esa atención. Ahora todos ellos están pendientes de mí y
no de ellos mismos. Debí escuchar a Adam y todos nos hubiéramos ahorrado todo
el lloriqueo, lamentos y culpas.
Otra vez
sonaron las bisagras de la puerta. ¿Es que no se entiendo cuando uno dice que
quiere esta un rato solo? Miré hacia allí y ya no podía respirar, al menos eso
es lo que yo sentía.
Yo: ¿Qué haces
aquí? Estás en medio de una gira con fans esperándote, ¿por qué estás aquí?
Justin: Traigo
tu cena - colocó la bandeja metálica en la mesa junto a mi cama.
Yo: Odio la
comida de hospital. Huele a enfermo y a desinfectante.
Justin: Lo
sospechaba, por eso infiltré un chocolate en mi bolsillo - sonrió y se sentó en
el borde de la cama - pero igual vas a comer lo otro, tienes que recuperar
fuerzas.
Él tenía el
pómulo hinchado y con un poco de sangre seca.
Yo: ¿Quién te
hizo eso en la cara?
Justin: Ah,
esto - lo tocó - no es nada, soy algo tonto caminando.
Yo: Estoy en
un hospital por consumir drogas y no por eso tienes que mentirme solo por
compasión a lo que me pasa.
Justin: En
serio, no es nada - enfurecí más.
Yo: ¿Sabes lo
que es estar en una cama de hospital y que te vean con lástima? ¿Qué dejen de
lado sus vidas por cuidar del “pobre enfermo”? - no se alejó como esperaba, se
acercó más, colocó su mano en mi mejilla.
Justin:
Escucha, jamás podría sentir lástima o pena por ti. No te lo cuento porque no
quiero que te alteres.
Yo: Ya estoy
alterada, solo termina lo que empezaste.
Justin: Joe me
echa la culpa de lo que te pasa o pasó. - intentó suavizar sus palabras, acariciándome
con su pulgar.
Tuvo razón, me
alteré. Mordí mi lengua para no gritar.
Yo: Si estás
si quiera pensando que es tu culpa, porque últimamente todos se quieren echar
la culpa de lo que yo misma ocasioné. Pues te digo que ni lo pienses porque te
odiaría.
Una gota de
agua cayó a mi mano. Él estaba llorando, esa lágrima desencadenó toda la culpa
que trataba de guardar. Yo tenía razón, arrastré a demasiadas personas, lo peor
de todo es que nunca me di cuenta. Adam volvía a tener razón, cuando decía que
lo que ocasionaba un daño a las demás personas, solo que no lo quise ver, no
quería darme cuenta que él tenía la razón y no yo.
Yo: Justin,
tienes que irte- hice el mayor esfuerzo de no mirarlo cuando decía esto - no
puedes detener tu vida, tu carrera por mí. Te lo vuelvo a repetir tú no tienes
la culpa de nada, no tienes por qué quedarte para saldar alguna “deuda”
conmigo. No necesito que estés aquí mientras yo estoy así.
Justin: No
seas dura conmigo, tampoco lo seas contigo. Yo estoy haciendo lo que creo que
es correcto, no me voy a ir a ninguna parte. Y no me mires así.
Se va a ir, no
hoy, no maña pero de igual forma se irá. Todos sin excepción alguna con el
tiempo se cansan y se van. Él no iba a ser la única excepción del universo. No
olvido que es Justin Bieber y que tiene prioridades en su vida que son más
grandes que yo.
Justin: Ahora come
- estiró la cuchara llena de algo que parecía ser puré, a mi boca. - no se ve
tan mala.
Yo: Vete.
Cuanto antes mejor.
Justin: No me
iré, nunca me iré yo siempre voy a estar como chicle en tu zapato.
Yo: No escupas
al cielo esperando que la saliva no regrese - dije - nadie sabe lo que pasa en
el futuro, lo que dices solo son palabras vacías.
Justin: Jamás
he hablado más serio en mi vida - dejó la cuchara de vuelta en el plato - pronto
esto solo será un mal recuerdo y todo estará bien.
A las diez de
la noche el sonido de las gotas de agua contra el suelo cobró más fuerza, era
una noche oscura sin estrellas, solo viento y lluvia. Me encontraba sola fingiendo
para mí misma que jugaba una carrera de autos en el celular de Justin. Él dijo
que volvería en diez minutos y ya ha pasado media hora y no vuelve. Joe tampoco
volvió, mejor así aún seguía alterada con él, lo peor de todo era no saber nada
sobre Madison. Por tercera vez en el día las bisagras volvieron a sonar, no era
necesario saber quién era.
Yo: Ojala y me
hayas traído algo de comer.
Justin: Traje Oreos
- dejó dos paquetes en mi regazo - tardé un rato porque estaba hablando con
Scooter. Ya está todo solucionado con el tema de los conciertos. Mis beliebes
entendieron.
Yo: No tienen por
qué cancelar conciertos, tú regresas mañana a tu gira.
Justin: Ya
hablamos de eso, yo me voy a quedar todo el tiempo que sea necesario - pasó a
sentarse en el sillón blanco que está debajo de la ventana.
Yo: El tiempo
necesario será hasta mañana, no soy tonta. Soy consciente de lo que va pasar
conmigo y tú también lo sabes.
Justin: No
vamos a hablar de eso. Ahora pásame mi teléfono - lo tiré y él lo atrapó en el
aire - hace una semana descargue una aplicación para tocar guitarra.
Yo: ¿Vas a
tocarme una canción para que yo me sienta mejor, verdad? - asintió y yo negué
al mismo tiempo - adelante.
Crucé mis
piernas y abrí una Oreo. Empezaron los acordes, conocía esa canción.
Justin: Across
the ocean, across the sea. Starting to forget the way you look at me now, over
the mountains and across the sky. Need to see your face I need to look in your
eyes.
Él sonreía
tras cada palabra cantada mientras que yo solo miraba su rostro, me gusta cada
gesto suyo cuando canta. La letra no le sale del cerebro sino del alma.
Justin: I know it’s
hard, baby, to sleep at nights. Don´t you worry’ cause everything’s gonna be
alright. Though the sorrow and the fights. Don´t you worry’ cause everything’s
gonna be alright
<<A través
del dolor y de las peleas, no te preocupes porque todo estará bien>>
Sabía de
sobras que la canción era una clara indirecta hacia mí.
Al día
siguiente:
Cuando
desperté mi desayuno ya estaba aquí. La comida del hospital es horrenda.
Después del desayuno, Joe y Roberta entraron con una buena noticia en medio de
tanto drama.
Joe: Ya
nacieron, son lindos. Lo malo es que están dormidos.
Yo: Tienen un
día de nacidos no esperes a que te hablen.
Roberta: Tomé
fotos mientras la enfermera amargada no me veía - movió los dedos encima de la
pantalla de su celular rosado - mira.
Eran dos bebés
de piel rosada ambos idénticos con los ojos cerrados, diferenciaba quien era
mujer y quien hombre por su vestimenta, obviamente la niña vestía de rosado y
el niño de azul. Como siempre, la discriminación de los colores.
Yo: ¿Cómo está
tu mamá?
Roberta:
Durmiendo, debe estar agotada.
Joe: _______(Tn),
mi mamá está a punto de llegar si es que no ha llegado ya. Ambos van a hablar
contigo de…
Yo: Sí, ya sé.
De lo que va a pasarme después de que salga de alta.
Roberta: Tú
también que la embarraste bien grande - reí. Por fin alguien que no se culpaba.
Los tres no
miramos cuando tocaron la puerta. Éramos conscientes de quien tocaba esa
puerta.
Joe: Pasa.
Mi mamá
seguida de mi papá. Ella tenía los ojos rojos por llorar por mí, seguro y él si
estaba feliz, acaba de ser padre ¿quién no lo estaría?
Tp: Vamos a
hablar a solas con ______(Tn) - mi hermano y hermanastra se fueron.
Yo: Hola, mamá
- creo que era mejor dejar el reproche en mi voz a un lado. Ella lo ignoró y me
abrazó, mejor, no tenía ni idea de que es lo que se dice en eso momentos.
Tm: Odio no
haber estado contigo cuando me necesitabas.
Yo: Dios. No
te eches la culpa de un error mío y tú deja de estar enojado contigo mismo.
Tp: Me alegra
verte bien. Saldremos de esto.
Yo: Estoy
empezando a detestar esas palabras de tanto que las oigo - dije recordando a
Justin. - ¿A qué centro de rehabilitación me van a mandar?
Quedaron perplejos
a mi pregunta. Sonreí internamente, había dejado mudos a un par de adultos,
esto es un momento épico.
Yo: Sé que no
me van a dejar después de una sobredosis andar tranquila por la calle. Ya solo díganme,
sé lo que viene, no me gusta pero me lo busque.
Tm: Va a ser
mejor, hija. Va a ver gente que te ayude, menos de lo que te esperas vas a
estar de regreso con tus amigos, con tu familia.
Yo: ¿Por
cuánto tiempo?
Tp: Seis
meses.
***
Ya estaba
lista, Joe trajo ropa junto a Roberta. Esa tarde antes de irme, las visitas
habían empezado a llegar por turnos y grupos. Sabían lo que había pasado
conmigo y lo que iba a pasar después. Cuando los veía sentía que iba a venirme
abajo en cualquier momento, ya no iría más al colegio, durante seis meses me
aislaría de todas las personas que conozco por psicólogos, doctores y
adolescentes desconocidos con crisis existenciales.
Los primeros
en entrar fueron Adam y Bradley, al parecer mi papá le había contado a Mario y
Mario le contó a su hijo sobre mí.
Bradley: Si lo
hacías, me hubieses llamado así compartías ¿no?, mala amiga - reímos - seis
meses sin ti molestando por internet, uff.
Yo: Me las
ingeniaré para seguir siendo un fastidio para ti. ¿Tú no dices nada?
Adam: Digo que
debiste haber aceptado mi ayuda y que te voy a extrañar.
Yo: Ouw, que
sentimental se pone la gente en los hospitales ¿no? - Bradley asintió
comiéndose la manzana que rechacé de la enfermera - solo son seis meses.
Bradley: Oh,
vamos. Lo peor ya pasó, son seis meses para que ella este del todo bien.
Adam: La
primera vez que dices cosas serias y con sentimientos. Dios sí hace milagros.
Yo: Tuviste
que esperar a que esté a punto de entrar a rehabilitación para ser serio. - los
tres reímos.
Luego, mis
cinco amigas más cercanas. Como era de esperarse se amontonaron en la puerta
esperando a que yo las invitara a pasar.
Nalu: No sé qué
es lo que se dice en estas situaciones.
Yo:
Normalmente la gente se abraza, pero no te lo recomiendo no me he bañado como
en dos días - causé una risa general.
Alex: Estás de
buen humor porque vas a perder seis meses de clases, yo te conozco.
Olivia: Y
también las clases de educación física, que ______(Tn) tanto ama - arrugué la
nariz por el sarcasmo.
Melanie:
Cierto, ahora que vas a estar seis meses encerrada tienes que reconsiderar tu
forma de vestir, es que todo holgado no va - las demás la miraron extraño - yo tampoco
sé que se dice en estos momentos.
Yo: ¿Han
venido juntas? - alcé las cejas. - digo, no, por ustedes cuatro que son
rencorosas entre sí.
Caitlin:
Verás, hablamos y estamos tratando de llevar la fiesta en paz.
Nalu: Eso
dicen cuando afuera, Melanie estuvo a punto de golpear a Caitlin - ambas
mencionadas golpearon cada hombro de la española.
El último
grupo de amigos en entrar, fueron los novios de algunas de las anteriores
visitantes. Se quedaron callados como por dos minutos.
Yo: Chicos,
hablen. No me verán en seis meses, es su momento.
Ryan: No voy a
encontrar a alguien que se ría conmigo de Chaz y no de sus chistes estúpidos -
habló como si yo estuviera a punta de morir.
Chaz: Y yo no
voy a encontrar a alguien que se ría de mí y no de mis chistes como tú - imitó
a Ryan - lo siento, pero en las despedidas no soy el mejor.
Christian: No
eres el mejor en nada Chaz.
Yo: El niño
tiene razón - secundé.
Christian: No
soy un niño, soy un hombre.
Ryan: Los
hombres no contemplan los dos pelos en pecho que le salen - Chaz rió y aplaudió
como una morsa.
No había duda
que los extrañaría a todos y a la peculiar personalidad de cada uno de ellos.
Cuando salí del baño volvieron a tocar la puerta, pensé que sería mi mamá. Era
Justin.
Justin: ¿Cómo
te fue?
Yo: Bien,
normal. Los veré a todos en seis meses, tampoco es que me vaya para siempre. No
es para tanto el alboroto que se están creando en sus mentes.
Justin: No
finjas conmigo. Te conozco mejor que a mí mismo.
Yo: No te
entiendo - de verdad, no lo hacía.
Justin: No has
llorado con ellos, llora conmigo. No te vayas con un nudo que podemos desatar
juntos.
Caminamos
juntos, encontrándonos a la mitad de la habitación. Bastó una sonrisa para que
él abriera los brazos aceptándome. Él como tantas veces llevaba más razón que
yo, rodeé su cintura y me liberé. Lloré todo que lo que no pude sola, ni con
nadie. Él también lloró, lo supe porque mi hombro estaba mojado. Quería decirle
cuanto es lo que iba a extrañarlo, que iba a necesitarlo cuando quisiera
desahogarme y también cuanto es que lo quiero, pero no me salieron las
palabras. Y tampoco creo que era necesario hablar cuando abrazados transmitíamos
más que conversando.
Ahora que me
tocó vivir algo como esto puedo ya decir cuál es el momento más doloroso de mi
vida. Sin duda fue estar en el carro de mi papá, abrazada por mi mamá y hermano
en camino al centro de rehabilitación, escuchando como ellos lloraban
silenciosos, por mi culpa.
Llegar fue aun
peor pero menos doloroso. Justin estaba ahí esperándonos, aún tenía el rastro
de haber llorado, no sé si yo lo tenía no quería verme al espejo hasta pasar
los seis meses. Me prometí que cuando lo hiciera en el reflejo vería a la misma
_______(Tn) de hace meses cuando todo estaba bien.
Yo: ¿Vas a
volver a tu gira, verdad? Promete que no te vas a quedar en tu departamento
como un hongo por seis meses por mí, si me entero cuando salga que así fue te
goleo.
Justin:
Prometo volver a la gira - sonreí y él igual - también los dedicaré todos a ti.
Yo: Eres tan
pesadamente cursi, eh Justin.
Justin: Las
personas me adoran así. Ahora prométeme tú algo.
Yo: ¿Qué? -
entrecerré los ojos suspicaz.
Justin: No
pelees con nadie.
Yo: No soy tan
abusiva. Tranquilo, controlaré mis ganas de insultar gente - ironicé.
Justin:
También prométeme que cuando salgas, me amarás más de lo que lo haces.
Yo: Ese es un
deseo muy egocentrista - bromeé, Justin rodó los ojos - lo prometo, si tú lo
haces también.
Me arrepentiré
un día de ser tan empalagosa.
Justin: Eso es
imposible. El infinito se queda pequeño al contar cuanto te amo.
FIN.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::♥::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::♥:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
¡AÚN FALTA EL EPÍLOGO! Eso lo subiré mañana algo así como a las diez y treinta de la mañana, y ahí si que se acabará definitivamente esta novela y empezará la otra, a la cual por cierto le tengo mucha expectativa por fue algo así que se me ocurrió viendo una serie policial. DIOS, DIOS. Creo que me quedo bien el final, digo para ser mi primera novela. Agradezco que hayan estado aquí hasta el final. Ya mañana junto al epílogo escribiré todo lo que quiero decirles.
Gracias, las quiero.
NOOOOO! llore te juro que llore, esta novela es mi vida:'(( estoy llorando, ensrio, ame esta novela con mi vida, siempre sera mi favorita <3
ResponderEliminarOh, muchas gracias. Confieso que yo también estuve a punto de llorar cuando imaginé a Justin abrazando a rayita y llorando.
EliminarWouuu gran final !!! La ame ...espero leer el epilogo !!
ResponderEliminarMuchas gracias. Solo hay que esperar un poco, para leer el epilogo.
EliminarDioos esta novela es una de las mejores que e leido, me encantaa, por cierto me has echo llorar pero aun asi la amo.
ResponderEliminarJajajs, gracias. Planeaba hacerlas botar si quiera una lagrimo. Por lo visto lo logre.
Eliminar;)
OMG ME HICISTE LLORAR ESTA ES UNA DE LAS MEJORES NOVELAS QUE E LEÍDO EN MI CORTA VIDA ERES UNA GENIAL ESCRITORA ESPERARE TU PRÓXIMA NOVELA CON MUCHAS ANSIAS
ResponderEliminarTE FELICITO TU NOVELA FUE LO MÁXIMO BESOS Y ABRAZOS DESDE COLOMBIA <3
Muchas gracias. Realmente me he esforzado y me alegra de que te haya gustado.
Eliminar