martes, 11 de febrero de 2014

Cap 72, final: Be Alright


La primera sensación fue un doloroso aturdimiento general, abrí un ojo después el otro lo cual fue una tontería de mi parte, la luz y las paredes blancas atontaron mi visión. ¿Dónde estoy? Aguanté la respiración y me senté, la nuca me martilleaba, moví los brazos sintiendo que el adormecimiento estaba extinguiendo. Ya sabía dónde estaba, en un hospital. De mi brazo izquierdo salía un tubo conectado a un suero.

Recordé que en los hospitales hay un botón para llamar alguien. Presioné y en menos de lo que imaginé llegó un doctor junto a una enfermera que le llegaba por debajo de los hombros.

Doctor: ¿Cómo te sientes? - parpadeé varias veces acostumbrándome a la luz del lugar.
Yo: Me pesa el cuerpo y tengo hambre - asintió, le dijo algo a la enfermera y esta salió del lugar. Vaya, solo estuvo diez segundos y se fue. Sí que se la está llevando fácil.
Doctor: ¿Sabes por qué estás aquí? - negué, en realidad creo que saber el porqué del cual estoy aquí pero guardo la esperanza que sea por otra causa - Sufriste una sobredosis por drogas.

Todo mi interior se secó, a estas alturas todos ya lo sabrían.

Doctor: Te realizamos un lavado gástrico. Podrías haber muerto, realmente tuviste suerte que la ambulancia haya llegado tan rápido - ¿Ambulancia? Genial, se había armado todo un drama por mi culpa.
Yo: ¿Cuánto tiempo voy a estar aquí?
Doctor: Tal vez, hasta mañana.

Las bisagras de la puerta distrajeron mi atención al señor de bata blanca. La enfermera volvió a entrar, ya no venía sola detrás de ella reconocí dos cuerpos masculinos, uno más alto y mayor que el otro. Mi papá y Joe. Ambos se quedaron parados sin saber que hacer o decir, solo contemplaban mi estado como si yo fuese una especie en peligro de extinción. Tal vez sí me esté extinguiendo pero no soy una especie.

Doctor: Señor Johnson, ¿podemos hablar? - se acercó a él.
Tp: Claro.

Joe caminó nueve pasos estando a mi costado. Esperé, esperé y esperé, solo observaba callado. ¿Me salió una segunda cabeza y yo no me di cuenta?

Yo: Sabes que no me gusta que las personas se guarden lo que quieren decir.
Joe: ¿Estás bien? - apreté el tubo del suero.
Yo: Acabo de salir de una sobredosis, me siento como en Miami. - sabía que su risa jamás llegaría, así que preparé mi mente para lo que dijera.
Joe: No debí creerte cuando dijiste que todo estaba bien, que ya lo habías dejado. Fui estúpido - su voz era aguda ¿va a llorar? - es la culpa de él.
Yo: Justin no tiene nada que ver en esto, tengo la edad suficiente para pensar por mí misma y no dejar que el resto me obligue a hacer cosas.
Joe: Para algunas situaciones sí tienes la edad suficiente ¿no?, pero para otras eres una niña de cinco años.
Yo: No quiero pelear contigo - tiré la cabeza contra la dura almohada - ¿Papá está molesto conmigo, no?
Joe: Está molesto con él mismo - claro, los padres siempre tienden a echarse la culpa de los errores de sus hijos. Lo cual lo encuentro tonto, ellos no son los que nos inducen a equivocarnos somos nosotros mismos. - Además que está tenso por Madison.

Entrecerré los ojos desesperada por la información a medias.

Yo: ¿Qué es lo que le pasa a ella?
Joe: Ha entrado a labor de parto, al parecer hoy nacen nuestros dos nuevos hermanos.
Yo: ¿Y él sigue aquí? - grité, mi papá junto con el doctor vinieron hacia la cama - ¿Qué haces aquí cuándo tu esposa te necesita?... Yo estoy bien - agité los brazos - ¿Ves?
Doctor: Tienes que calmarte - sentí una mano en mi hombro, no sé de quién era.
Yo: Yo estoy bien - repetí más calmada - si quieres consagrarte como un padre que se preocupa, ya está bien, lo eres. Ve con tu esposa.
Tp: Quiero saber que estás bien.
Yo: Ya te lo dije estoy bien, no he muerto, estoy hablando.
Joe: Papá hazle caso.

El doctor acompañó a mi papá fuera de la habitación. Maldecí a todo que se me venía a la mente, sobretodo me maldecí por haber hecho lo que hice sin darme cuenta que iba a llegar a este punto, el de estar en un hospital con personas preocupándose por mí.

Yo: Joe, tú también vete. Quiero estar un rato sola, ¿sí?, por favor.
Joe: Bien. Voy a ver cómo está Roberta. ______(Tn).
Yo: ¿Qué?
Joe: Mamá llega mañana - salió.

¿A cuánta gente he arrastrado a lo que solo era mi problema? Por mi culpa todos han dejado su vida de lado para concentrarse en la mía. Por primera vez no vi a Joe sonreír, mi papá dejó de lado a la mujer que ama y a sus futuros hijos, Roberta está sola con su madre a punto de dar a luz y sin nadie a su lado que la acompañe y mi mamá está interrumpiendo su rutina y trabajo, todo eso por mi culpa. Yo no necesito esa atención. Ahora todos ellos están pendientes de mí y no de ellos mismos. Debí escuchar a Adam y todos nos hubiéramos ahorrado todo el lloriqueo, lamentos y culpas.

Otra vez sonaron las bisagras de la puerta. ¿Es que no se entiendo cuando uno dice que quiere esta un rato solo? Miré hacia allí y ya no podía respirar, al menos eso es lo que yo sentía.

Yo: ¿Qué haces aquí? Estás en medio de una gira con fans esperándote, ¿por qué estás aquí?
Justin: Traigo tu cena - colocó la bandeja metálica en la mesa junto a mi cama.
Yo: Odio la comida de hospital. Huele a enfermo y a desinfectante.
Justin: Lo sospechaba, por eso infiltré un chocolate en mi bolsillo - sonrió y se sentó en el borde de la cama - pero igual vas a comer lo otro, tienes que recuperar fuerzas.

Él tenía el pómulo hinchado y con un poco de sangre seca.

Yo: ¿Quién te hizo eso en la cara?
Justin: Ah, esto - lo tocó - no es nada, soy algo tonto caminando.
Yo: Estoy en un hospital por consumir drogas y no por eso tienes que mentirme solo por compasión a lo que me pasa.
Justin: En serio, no es nada - enfurecí más.
Yo: ¿Sabes lo que es estar en una cama de hospital y que te vean con lástima? ¿Qué dejen de lado sus vidas por cuidar del “pobre enfermo”? - no se alejó como esperaba, se acercó más, colocó su mano en mi mejilla.
Justin: Escucha, jamás podría sentir lástima o pena por ti. No te lo cuento porque no quiero que te alteres.
Yo: Ya estoy alterada, solo termina lo que empezaste.
Justin: Joe me echa la culpa de lo que te pasa o pasó. - intentó suavizar sus palabras, acariciándome con su pulgar.

Tuvo razón, me alteré. Mordí mi lengua para no gritar.

Yo: Si estás si quiera pensando que es tu culpa, porque últimamente todos se quieren echar la culpa de lo que yo misma ocasioné. Pues te digo que ni lo pienses porque te odiaría.

Una gota de agua cayó a mi mano. Él estaba llorando, esa lágrima desencadenó toda la culpa que trataba de guardar. Yo tenía razón, arrastré a demasiadas personas, lo peor de todo es que nunca me di cuenta. Adam volvía a tener razón, cuando decía que lo que ocasionaba un daño a las demás personas, solo que no lo quise ver, no quería darme cuenta que él tenía la razón y no yo.

Yo: Justin, tienes que irte- hice el mayor esfuerzo de no mirarlo cuando decía esto - no puedes detener tu vida, tu carrera por mí. Te lo vuelvo a repetir tú no tienes la culpa de nada, no tienes por qué quedarte para saldar alguna “deuda” conmigo. No necesito que estés aquí mientras yo estoy así.
Justin: No seas dura conmigo, tampoco lo seas contigo. Yo estoy haciendo lo que creo que es correcto, no me voy a ir a ninguna parte. Y no me mires así.

Se va a ir, no hoy, no maña pero de igual forma se irá. Todos sin excepción alguna con el tiempo se cansan y se van. Él no iba a ser la única excepción del universo. No olvido que es Justin Bieber y que tiene prioridades en su vida que son más grandes que yo.

Justin: Ahora come - estiró la cuchara llena de algo que parecía ser puré, a mi boca. - no se ve tan mala.
Yo: Vete. Cuanto antes mejor.
Justin: No me iré, nunca me iré yo siempre voy a estar como chicle en tu zapato.
Yo: No escupas al cielo esperando que la saliva no regrese - dije - nadie sabe lo que pasa en el futuro, lo que dices solo son palabras vacías.
Justin: Jamás he hablado más serio en mi vida - dejó la cuchara de vuelta en el plato - pronto esto solo será un mal recuerdo y todo estará bien.



A las diez de la noche el sonido de las gotas de agua contra el suelo cobró más fuerza, era una noche oscura sin estrellas, solo viento y lluvia. Me encontraba sola fingiendo para mí misma que jugaba una carrera de autos en el celular de Justin. Él dijo que volvería en diez minutos y ya ha pasado media hora y no vuelve. Joe tampoco volvió, mejor así aún seguía alterada con él, lo peor de todo era no saber nada sobre Madison. Por tercera vez en el día las bisagras volvieron a sonar, no era necesario saber quién era.

Yo: Ojala y me hayas traído algo de comer.
Justin: Traje Oreos - dejó dos paquetes en mi regazo - tardé un rato porque estaba hablando con Scooter. Ya está todo solucionado con el tema de los conciertos. Mis beliebes entendieron.
Yo: No tienen por qué cancelar conciertos, tú regresas mañana a tu gira.
Justin: Ya hablamos de eso, yo me voy a quedar todo el tiempo que sea necesario - pasó a sentarse en el sillón blanco que está debajo de la ventana.
Yo: El tiempo necesario será hasta mañana, no soy tonta. Soy consciente de lo que va pasar conmigo y tú también lo sabes.
Justin: No vamos a hablar de eso. Ahora pásame mi teléfono - lo tiré y él lo atrapó en el aire - hace una semana descargue una aplicación para tocar guitarra.
Yo: ¿Vas a tocarme una canción para que yo me sienta mejor, verdad? - asintió y yo negué al mismo tiempo - adelante.

Crucé mis piernas y abrí una Oreo. Empezaron los acordes, conocía esa canción.

Justin: Across the ocean, across the sea. Starting to forget the way you look at me now, over the mountains and across the sky. Need to see your face I need to look in your eyes.

Él sonreía tras cada palabra cantada mientras que yo solo miraba su rostro, me gusta cada gesto suyo cuando canta. La letra no le sale del cerebro sino del alma.  

Justin: I know it’s hard, baby, to sleep at nights. Don´t you worry’ cause everything’s gonna be alright. Though the sorrow and the fights. Don´t you worry’ cause everything’s gonna be alright    

<<A través del dolor y de las peleas, no te preocupes porque todo estará bien>>

Sabía de sobras que la canción era una clara indirecta hacia mí.

Al día siguiente:

Cuando desperté mi desayuno ya estaba aquí. La comida del hospital es horrenda. Después del desayuno, Joe y Roberta entraron con una buena noticia en medio de tanto drama.

Joe: Ya nacieron, son lindos. Lo malo es que están dormidos.
Yo: Tienen un día de nacidos no esperes a que te hablen.
Roberta: Tomé fotos mientras la enfermera amargada no me veía - movió los dedos encima de la pantalla de su celular rosado - mira.

Eran dos bebés de piel rosada ambos idénticos con los ojos cerrados, diferenciaba quien era mujer y quien hombre por su vestimenta, obviamente la niña vestía de rosado y el niño de azul. Como siempre, la discriminación de los colores.

Yo: ¿Cómo está tu mamá?
Roberta: Durmiendo, debe estar agotada.
Joe: _______(Tn), mi mamá está a punto de llegar si es que no ha llegado ya. Ambos van a hablar contigo de…
Yo: Sí, ya sé. De lo que va a pasarme después de que salga de alta.
Roberta: Tú también que la embarraste bien grande - reí. Por fin alguien que no se culpaba.

Los tres no miramos cuando tocaron la puerta. Éramos conscientes de quien tocaba esa puerta.

Joe: Pasa.

Mi mamá seguida de mi papá. Ella tenía los ojos rojos por llorar por mí, seguro y él si estaba feliz, acaba de ser padre ¿quién no lo estaría?

Tp: Vamos a hablar a solas con ______(Tn) - mi hermano y hermanastra se fueron.
Yo: Hola, mamá - creo que era mejor dejar el reproche en mi voz a un lado. Ella lo ignoró y me abrazó, mejor, no tenía ni idea de que es lo que se dice en eso momentos.
Tm: Odio no haber estado contigo cuando me necesitabas.
Yo: Dios. No te eches la culpa de un error mío y tú deja de estar enojado contigo mismo.
Tp: Me alegra verte bien. Saldremos de esto.
Yo: Estoy empezando a detestar esas palabras de tanto que las oigo - dije recordando a Justin. - ¿A qué centro de rehabilitación me van a mandar?

Quedaron perplejos a mi pregunta. Sonreí internamente, había dejado mudos a un par de adultos, esto es un momento épico.

Yo: Sé que no me van a dejar después de una sobredosis andar tranquila por la calle. Ya solo díganme, sé lo que viene, no me gusta pero me lo busque.
Tm: Va a ser mejor, hija. Va a ver gente que te ayude, menos de lo que te esperas vas a estar de regreso con tus amigos, con tu familia.
Yo: ¿Por cuánto tiempo?
Tp: Seis meses.



***


Ya estaba lista, Joe trajo ropa junto a Roberta. Esa tarde antes de irme, las visitas habían empezado a llegar por turnos y grupos. Sabían lo que había pasado conmigo y lo que iba a pasar después. Cuando los veía sentía que iba a venirme abajo en cualquier momento, ya no iría más al colegio, durante seis meses me aislaría de todas las personas que conozco por psicólogos, doctores y adolescentes desconocidos con crisis existenciales.

Los primeros en entrar fueron Adam y Bradley, al parecer mi papá le había contado a Mario y Mario le contó a su hijo sobre mí.

Bradley: Si lo hacías, me hubieses llamado así compartías ¿no?, mala amiga - reímos - seis meses sin ti molestando por internet, uff.
Yo: Me las ingeniaré para seguir siendo un fastidio para ti. ¿Tú no dices nada?
Adam: Digo que debiste haber aceptado mi ayuda y que te voy a extrañar.
Yo: Ouw, que sentimental se pone la gente en los hospitales ¿no? - Bradley asintió comiéndose la manzana que rechacé de la enfermera - solo son seis meses.
Bradley: Oh, vamos. Lo peor ya pasó, son seis meses para que ella este del todo bien.
Adam: La primera vez que dices cosas serias y con sentimientos. Dios sí hace milagros.
Yo: Tuviste que esperar a que esté a punto de entrar a rehabilitación para ser serio. - los tres reímos.

Luego, mis cinco amigas más cercanas. Como era de esperarse se amontonaron en la puerta esperando a que yo las invitara a pasar.

Nalu: No sé qué es lo que se dice en estas situaciones.
Yo: Normalmente la gente se abraza, pero no te lo recomiendo no me he bañado como en dos días - causé una risa general.
Alex: Estás de buen humor porque vas a perder seis meses de clases, yo te conozco.
Olivia: Y también las clases de educación física, que ______(Tn) tanto ama - arrugué la nariz por el sarcasmo.
Melanie: Cierto, ahora que vas a estar seis meses encerrada tienes que reconsiderar tu forma de vestir, es que todo holgado no va - las demás la miraron extraño - yo tampoco sé que se dice en estos momentos.
Yo: ¿Han venido juntas? - alcé las cejas. - digo, no, por ustedes cuatro que son rencorosas entre sí.
Caitlin: Verás, hablamos y estamos tratando de llevar la fiesta en paz.
Nalu: Eso dicen cuando afuera, Melanie estuvo a punto de golpear a Caitlin - ambas mencionadas golpearon cada hombro de la española.

El último grupo de amigos en entrar, fueron los novios de algunas de las anteriores visitantes. Se quedaron callados como por dos minutos.

Yo: Chicos, hablen. No me verán en seis meses, es su momento.
Ryan: No voy a encontrar a alguien que se ría conmigo de Chaz y no de sus chistes estúpidos - habló como si yo estuviera a punta de morir.
Chaz: Y yo no voy a encontrar a alguien que se ría de mí y no de mis chistes como tú - imitó a Ryan - lo siento, pero en las despedidas no soy el mejor.
Christian: No eres el mejor en nada Chaz.
Yo: El niño tiene razón - secundé.
Christian: No soy un niño, soy un hombre.
Ryan: Los hombres no contemplan los dos pelos en pecho que le salen - Chaz rió y aplaudió como una morsa.



No había duda que los extrañaría a todos y a la peculiar personalidad de cada uno de ellos. Cuando salí del baño volvieron a tocar la puerta, pensé que sería mi mamá. Era Justin.

Justin: ¿Cómo te fue?
Yo: Bien, normal. Los veré a todos en seis meses, tampoco es que me vaya para siempre. No es para tanto el alboroto que se están creando en sus mentes.
Justin: No finjas conmigo. Te conozco mejor que a mí mismo.
Yo: No te entiendo - de verdad, no lo hacía.
Justin: No has llorado con ellos, llora conmigo. No te vayas con un nudo que podemos desatar juntos.

Caminamos juntos, encontrándonos a la mitad de la habitación. Bastó una sonrisa para que él abriera los brazos aceptándome. Él como tantas veces llevaba más razón que yo, rodeé su cintura y me liberé. Lloré todo que lo que no pude sola, ni con nadie. Él también lloró, lo supe porque mi hombro estaba mojado. Quería decirle cuanto es lo que iba a extrañarlo, que iba a necesitarlo cuando quisiera desahogarme y también cuanto es que lo quiero, pero no me salieron las palabras. Y tampoco creo que era necesario hablar cuando abrazados transmitíamos más que conversando.


Ahora que me tocó vivir algo como esto puedo ya decir cuál es el momento más doloroso de mi vida. Sin duda fue estar en el carro de mi papá, abrazada por mi mamá y hermano en camino al centro de rehabilitación, escuchando como ellos lloraban silenciosos, por mi culpa.

Llegar fue aun peor pero menos doloroso. Justin estaba ahí esperándonos, aún tenía el rastro de haber llorado, no sé si yo lo tenía no quería verme al espejo hasta pasar los seis meses. Me prometí que cuando lo hiciera en el reflejo vería a la misma _______(Tn) de hace meses cuando todo estaba bien.

Yo: ¿Vas a volver a tu gira, verdad? Promete que no te vas a quedar en tu departamento como un hongo por seis meses por mí, si me entero cuando salga que así fue te goleo.
Justin: Prometo volver a la gira - sonreí y él igual - también los dedicaré todos a ti.
Yo: Eres tan pesadamente cursi, eh Justin.
Justin: Las personas me adoran así. Ahora prométeme tú algo.
Yo: ¿Qué? - entrecerré los ojos suspicaz.
Justin: No pelees con nadie.
Yo: No soy tan abusiva. Tranquilo, controlaré mis ganas de insultar gente - ironicé.
Justin: También prométeme que cuando salgas, me amarás más de lo que lo haces.
Yo: Ese es un deseo muy egocentrista - bromeé, Justin rodó los ojos - lo prometo, si tú lo haces también.

Me arrepentiré un día de ser tan empalagosa.

Justin: Eso es imposible. El infinito se queda pequeño al contar cuanto te amo.


FIN.     
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::♥::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::♥:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
¡AÚN FALTA EL EPÍLOGO! Eso lo subiré mañana algo así como a las diez y treinta de la mañana, y ahí si que se acabará definitivamente esta novela y empezará la otra, a la cual por cierto le tengo mucha expectativa por fue algo así que se me ocurrió viendo una serie policial. DIOS, DIOS. Creo que me quedo bien el final, digo para ser mi primera novela. Agradezco que hayan estado aquí hasta el final. Ya mañana junto al epílogo escribiré todo lo que quiero decirles.
Gracias, las quiero. 

8 comentarios:

  1. NOOOOO! llore te juro que llore, esta novela es mi vida:'(( estoy llorando, ensrio, ame esta novela con mi vida, siempre sera mi favorita <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh, muchas gracias. Confieso que yo también estuve a punto de llorar cuando imaginé a Justin abrazando a rayita y llorando.

      Eliminar
  2. Wouuu gran final !!! La ame ...espero leer el epilogo !!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Solo hay que esperar un poco, para leer el epilogo.

      Eliminar
  3. Dioos esta novela es una de las mejores que e leido, me encantaa, por cierto me has echo llorar pero aun asi la amo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajs, gracias. Planeaba hacerlas botar si quiera una lagrimo. Por lo visto lo logre.
      ;)

      Eliminar
  4. OMG ME HICISTE LLORAR ESTA ES UNA DE LAS MEJORES NOVELAS QUE E LEÍDO EN MI CORTA VIDA ERES UNA GENIAL ESCRITORA ESPERARE TU PRÓXIMA NOVELA CON MUCHAS ANSIAS
    TE FELICITO TU NOVELA FUE LO MÁXIMO BESOS Y ABRAZOS DESDE COLOMBIA <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Realmente me he esforzado y me alegra de que te haya gustado.

      Eliminar