viernes, 17 de enero de 2014

Cap 69: Él sabe


Recosté mi cuerpo en la barra de la cocina divirtiéndome internamente al ver a Justin con un delantal, no tengo ni la más mínima idea por qué es que lo tiene o el por qué lo usa ahora cuando va hacer unas simples malteadas en la licuadora. Esto tenía que ir al recuerdo, saqué mi celular e inmortalicé el momento.

Justin: ¿Qué haces?
Yo: Tomo una foto. El mundo merece verlo - contesté mientras tecleaba unas últimas cosas en el celular.
Justin: ¿La vas a poner en Instagram? - destapó el envase del helado de fresa.
Yo: Ya está en Instagram, acabo de compartirlo en Twitter.

Ni bien guardé el teléfono, las interacciones no paraban de saltar todas por la foto de Justin con delantal; la gente comentaba, retwitteaba o marcaba como favorito. Con la cuchara empujó casi la mitad del frasco del helado a la licuadora que dejó a un lado para echar la leche.

Justin: Ves ______(Tn) esto es fácil, muy, muy fácil.
Yo: Justin creo que…
Justin: Y tú decías que no iba a poder con una simple malteada - apretó el botón rojo y toda la habitación se volvió rosada.

La licuadora literalmente escupió la leche junto con el helado mezclándolo por los aires, bañándonos a los dos, al piso y a todo lo que se atravesaba en el camino del líquido rosa.

Yo: ¡Justin! - grité intentando sacar la mezcla de mi cabello.
Justin: Me olvidé de tapa la licuadora - dicho eso empezó la competencia de risas entre nosotros.
Yo: Si que eres tonto.

Arrastró los pies acercándose a mí cuando solo le faltaba poco para llegar resbaló perdiendo todo el equilibrio, intenté agarrarlo pero eso lo empeoró y ambos caímos sentados. Mi trasero empezó a dolerme y Justin inmune al dolor volvió a reír. Para callarlo salpiqué las gotas que habían quedado en mis dedos, sonriendo entrelazó mis dos manos con las suyas y aprovechó el agarre tirando de mí para besarme.

Justin: Sabes a fresa.
Yo: Hasta el suelo sabe a fresa por tu culpa.

Sus manos se perdieron entre mis cabellos pegajosos empujándome contra él. Justin tiene dos facetas para besar; cuando es dulce y pausado o cuando está con las hormonas revueltas y ahora está en esos días donde sus hormonas lo controlan. Su forma de besar es exigente lo cual es extraño porque sus labios son suaves, mi lengua se encontró con la suya, una mano seguía en mi cabello mientras la otra recorría desde mi nuca hasta mi espalda baja.

Nos separamos, tocaban la puerta.

Justin: Debería conseguir uno de esos carteles de no molestar - se levantó y sacudió inútilmente sus pantalones. Yo hacía lo mismo mientras él iba a la puerta murmurando palabras incomprensibles. Lo peor de levantarse fue que los músculos de mi trasero se contrajeron dándome una descarga de dolor - ¡______(Tn), te buscan!

¿Quién me buscaría a mí en el departamento de Justin?, Sentí mi cuerpo congelándose y volver al calor en un segundo viendo a Adam apoyado contra el marco de la puerta con el pómulo sangrando y el labio hinchado entre verde y morado.

Yo: ¿Qué te pasó? - sonrió.
Adam: Creo que me caí - se volvió hacia Justin - Eh, hermano, me estoy muriendo ¿no me vas a dejar pasar.
Justin: No, ¿por qué lo haría?
Yo: Justin Bieber.
Justin: Así me llamo - eligió mal momento para hacerse el divertido.
Yo: Sabes a lo que me refiero.

Resopló resignado y lo dejó pasar.

Yo: Siéntate. Justin, trae algo para sus heridas.
Justin: ¿Qué? ¿Por qué?
Yo: Porque eres buena persona y no quieres que tire tus Supras doradas al váter - mi amenaza funcionó, no dijo nada y desapareció.

Me senté a su lado, apretó mi mano y llegué a oír su quejido por el dolor.

Adam: Ay, estoy vivo.
Yo: ¿Quién te golpeó?
Adam: La chica con la que te dije que hoy nos encontrábamos en Burger King, pues a la mitad de la comida su novio llegó…
Yo: ¿Tiene novio?
Adam: Sí, no lo sabía - el dolor no lo dejaba hablar claro - tampoco sé cómo se enteró. Solo nos vio y la bestia me golpeó hasta que le pateé a su “pequeñín”.
Yo: De igual forma te llevaste la peor parte.
Justin: Tuvo una gran lección, la mejor lección de su vida diría yo. Las novias de otros se respetan - balanceó el contenido de la pequeña caja roja, supuse que era su botiquín - y saca tu mano de ______(Tn).
Adam: Justin, amigo, para suerte tuya me he graduado en detectar indirectas. No debes porque sentirte amenazado por mí.

Noté el enorme esfuerzo de Justin, por no gritarle algo insultante, dejó la caja sobre sobre mis piernas y dio media vuelta caminando hacia la cocina. Vaya, par de tontos. Serían amigos si no tuvieran una estúpida rivalidad. 

Adam: ¿Lo hice enojar? - percibí su ironía.
Yo: Estás lo suficientemente golpeado como para que yo te responda.
Adam: Vale, ya entendí.

Tengo los conocimientos de curar a alguien por lo poco que he visto en la televisión o películas. Mojé el algodón con el alcohol, presiento que le va arder hasta el alma.

Adam: Aleja eso de mí - apartó mi mano - con agua basta.
Yo: No seas niña.

Al limpiar su herida la sangre coagulada corrió manchando su pantalón de gotas, al pasar el algodón sentí su cara tensa, el alcohol contra una herida abierta no deber ser la sensación más agradable. Ya recuerdo el porqué de cuando me caía y me hacía heridas de pequeña, yo sola me las curaba con agua porque no me gustaba cuando mi mamá lo hacía con jabón o con agua oxigenada.

Después de la limpieza su herida se veía más pequeña excepto por la hinchazón.

Yo: En tu boca solo colócate hielo.
Adam: Gracias. Ay, me duelen las costillas.
Yo: ¿También te golpeó ahí?
Adam: Me pateó ahí - aclaró - ¿Y ustedes por qué están rosados?
Yo: Justin intentando hacer malteadas - resumí.
Adam: Oh, eso lo explica.

Justin llegó tosiendo exageradamente.

Adam: Amigo, suenas mal. Yo por experiencia te digo que tomar chocolate caliente ayuda pero ten cuidado que te salpiques - Justin contrajo la cara.
Justin: Bueno amigo, ya estás curado y luces aceptable, ahí está la puerta y ahí están tus pies. Chau.

Si ellos dos se ponen a pelear yo no voy a colocarme entre los dos, ese acto solo funciona en las películas porque es más que obvio que si te pones a gritar: ¡Paren! En medio de la pelea de dos chicos mayores que tú y más altos lo probable es que te pasen por alto.

Adam: Antes de eso, quiero hablar con ______(Tn) - se inclinó - a solas.
Justin: ______(Tn), dile que se vaya.
Adam: Lo que tengo que decirle es importante.
Justin: Para eso están los mensajes - el otro iba a hablar.
Yo: Parecen dos niños horrendos.
Justin: ¿Horrendo? - gritó - según Billboard soy el más guapo famoso menor de veintiuno del planeta.
Adam: Si no fuera solo de famosos, la historia sería otra.

Resoplé.

Yo: Haber reinas de la belleza, cállense. Son realmente estresantes.
Adam: Lo lamento. ¿Podemos hablar a fuera? - Justin buscó mi mirada y produjo un ‘no’ silencioso.
Yo: Vamos, y no me miras así, Justin.
Justin: Bah, iré a bañarme - Adam alzó las cejas y habló cuando ya no estaba.
Adam: ¿Lo siento?
Yo: Sabemos que no lo sientes.

Él sonrió interpretando un <<eres muy inteligente>> y para qué negarlo, lo soy. Junté la puerta separándonos pasos de ella, de pronto sé que algo iba mal. Adam se volvió completamente serio y noté que estaba pensando en cómo hablarme.

Yo: Dime a quien embarazaste.
Adam: ¿Qué? No. - asentí - ¿En qué estás metida, ______(Tn)?
Yo: No te entiendo.
Adam: Hoy cuando fuimos a ese lugar y dijiste que ibas a vender un celular, mentiste, hay que tener dos dedos de frente para darse cuenta que esos delincuentes no te cambian dinero por un Nokia.

Él sabe, él sabe.

Una avalancha de calor subió hasta mi cabeza, estaba molesta.

Yo: A ti no te golpeó ningún novio desquiciado ¿no? Tú te metiste en donde no te llamaban y te dieron una paliza por andar de metiche.
Adam: Por favor - suplicó con los ojos brillantes -, ______(Tn) No te voy hablar con un amigo sino como alguien mayor.
Yo: Solo me llevas cuatro años y déjame decirte que eres mucho menos maduro que yo - plantó sus manos en mis hombros, me dolió.
Adam: ¿Y qué es para ti madurez? - gritó - ¿madurez es entrar a una calle de delincuentes y salirte con la tuya? ¿O qué, comprar drogas tambien es de gente madura?

No lo miré, no puedo dejar que se muestre molesto o con lástima. Adam en todo el tiempo que nos conocemos nunca me ha visto así y no quiero llevarme un mal recuerdo de él, no lo aceptaría y lo odiaría por verme de esa forma.

Yo: ¿A quién se lo vas a decir? ¿A mi papá, a Joe o a Justin?
Adam: Yo no les voy a decir nada - lo miré y me maldecí, me miraba justamente como yo no querías: lástima disfrazada de cólera.
Yo: ¿Te estás apiadando de mí? … no lo necesito.
Adam: Tú se lo vas a decir - junté las cejas confundida.
Yo: ¿O si no, qué?
Adam: Termina nuestra amistad - bufé - ______(Tn), mi amiga no era lo que eres tú ahora. Mientes, te burlas de los demás porque te sales con la tuya y pasas por encima de otros y les haces daño a las personas que te quieren.
Yo: Como quieras, tu amistad ni me suma ni me resta.

Esperando a que me dijera por lo menos una palabra se fue. Entré intentando no golpear la puerta, respiré dos veces para no patear lo primero que se me topara en el camino. En un abrir y cerrar de ojos Justin estaba parado delante de mí solo con unos pantalones de chándal, le sonreí.

Yo: Está haciendo frío y tú estás medio desnudo.
Justin: He puesto la calefacción ¿no te has dado cuenta? - agudicé la sensibilidad de mi piel y en efecto el ambiente se sentía caliente.

Acarició mi brazo y volví a sonreír, Justin se veía cansado y también preocupado.

Justin: ¿Quieres que suba la temperatura Estás pálida.
Yo: No tranquilo, es solo porque he estado afuera - sonreí para transmitir seguridad.

Me estaba volviendo una máquina de sonrisas falsas, en menos de cinco minutos ya me había echado tres sonrisas más falsas que el dólar de dieciséis dólares. Mientras por dentro temblaba, mi interior vibraba por la culpa de Adam, él no tenía que saberlo, nada podía saberlo. Al menos él no dirá nada, intercambiamos nuestra amistad por mi secreto.

Yo: Voy a bañarme.
Justin: En la cama te dejé ropa de la que dejabas cuando te quedabas - asentí.
Yo: Gracias - acaricié su barbilla.
Justin: Te noto extraña.

Fruncimos el ceño a la misma vez.

Yo; Sé que nos soy muy demos…
Justin: No es eso, estás como te hubiesen tirado agua fría - explicó mirando mi cabello mientras distraídamente lo limpiaba de capas rosadas - ¿Él te ha dicho algo de que lo deba enterarme?
Yo: Relájate, todo está bien, solo es el frío.

¿El frío? ¿Quién se puede creer tremenda tontería? Y a pesar de que Justin sonriera, sé que no se lo creyó pero actuó bien que hizo tragarme las ganas de gritarle por ser falso conmigo.

Me besó y me dejó ir.

Debo admitir que el agua caliente se ha inventado más para relajar que para la limpieza del cuerpo. No tuve que demorarme mucho para sacar lo meloso de mi cuerpo y cabello, mi ropa se había llevado la peor parte y no tuve de otra que dejarla en el cesto de ropa sucia junto a la de Justin. Usé el mismo albornoz de Justin, con la manga limpié el espejo empañado, para sorpresa mía usé la secadora sin importarme lo esponjado que quedaría mi cabello y lo amarré en la cola más alta que pude. Al momento de cambiarme solo permanecí mi ropa interior y zapatillas.


Y del armario de Justin saqué una chaqueta de jean gruesa que me quedaba larga por las mangas y por otras partes. Revisé las llaves de mi auto y casa, y salí. Justin estaba echado en el sillón comiendo una manzana.

Yo: Ya me voy - él se levantó - y préstame tu chaqueta.
Justin: Te la regalo, tú te ves mejor en ella que yo.
Yo: Gracias - colocó sus manos en mi cintura. Estábamos cada vez más cerca.
Justin: Es horrible ¿no?
Yo: ¿Qué cosa? - con la mano acarició mi cabello de la cola de cabello apretándola contra la nuca.
Justin: Que mañana sea el último día que nos veamos.
Yo: Van a ser dos meses ocupados, tú trabajando y yo estudiando.

Sus manos hicieron presión en mi nuca y cadera respectivamente. Y nos besamos, cálido y sin manos solo nuestras bocas.

Yo: Ya es tarde, no quiero que me molesten luego en mi casa - di un paso hacia atrás.
Justin: Yo te llevaría pero…
Yo: No dejarías tus fachas por nada, lo sé. Yo traje mi carro.

Su pulgar acarició la unión de mi mentón y cuello, me alejé por las cosquillas.

Justin: No conduzcas como loca, si la policía te detiene yo no te conozco - reímos.
Yo: ¿Quién eres?
Justin: Eso, así mismo - me felicitó con unas palmaditas en la espalda, yo retiré su mano.
Yo: Disculpe, no me toque, no me conoce.
Justin: ¡______(Tn)! - di una carcajada.
Yo: Dios, no soportas una broma - ladeé la cabeza - ahora sí, deja de interrumpir cada vez que me quiero ir. Adiós, nos vemos mañana.
Justin: Cuídate y respeta el semáforo - abrió la puerta.
Yo: Hablas como si yo fuera una demente al volante.
Justin: Te desesperas cuando conduces - buen punto.
Yo: Oh, cállate, luego termino chocando y va ser tu culpa por ponerme más nerviosa.
Justin: En ese caso, eres la mejor conductora de la historia - sonrió, mintió descaradamente en mi cara y yo sonreí.
Yo: Chau.

Despeiné su cabello y salí directo al ascensor. Una señora con un vestido rosa demasiado apretado como para alguien de su contextura, con un humor poco amistoso me dijo que me apurara en entrar, vaya señora, el vestido le aplasta la gracia. Por suerte se bajó en los siguientes dos pisos y el resto de la bajada fui yo sola silbando.

Cuando crucé el pasillo hacia la puerta, estaba Adam hablando con el de recepción, él también me vio, retiré el contacto visual como si tratase de un perfecto desconocido. Él mismo lo dejó en claro, no quiere tener ninguna relación con alguien como yo, después de todo lo comprendo y le agradezco que me haya dado a escoger pero no quita que esté molesta de que meta sus narices en donde no lo habían llamado.

Dentro de mi carro estaba caliente, antes de arrancar me fijé en que no venía nadie por mi dirección ni que tampoco haya otros autos por delante de mí y pisé el acelerador hasta el fondo que gracias al cinturón de seguridad no me choqué contra el vidrio, sin perder la vista de la carretera prendí la radio y sonaba una canción electro que conocía pero no recordaba el nombre, para cuando subí el volumen ya iba a 100 km/h. Doblé por la calle de mi casa y bajé la velocidad por miedo a los policías de tránsito. Cuando salí de la cochera me di cuenta que realmente conduje como una loca, tuve suerte de no morir chocada contra un auto.

En la cocina estaban Joe y Roberta, comiendo. Tras un ‘Hola’ me senté junto a ellos. Joe no me quitaba la mirada y molestaba. Ahora que lo recuerdo, estoy molesta con él.

Yo: ¿Qué pasa? - le pregunté sin ánimos de socializar.
Joe: No es la ropa que traías en la mañana - abrí la boca exasperada. ¿Y él qué toca, en mi tema de vestimenta? Mi papá debería ser el preocupado. Yo si quiero me visto como hombre.
Yo: Me cambié.
Roberta: ¿Qué pasó con los hermanos inseparables? - mordió una uva por la mitad, chorreándose con el jugo.
Yo: ¿Y qué pasó con las servilletas? - pregunté cuando ella se limpió la cara con la mano.

Salté de la silla hacia la refrigeradora, saqué lo que se veía más tentador: al parecer la última tajada de un pastel de vainilla y chocolate. Y salí corriendo por las escaleras mientras que usaba las manos como tenedor.

Roberta: ¡CERDA!

Cerré la puerta de mi habitación con el pie y dejé mi pastel a medio comer en la mesa de noche. De los bolsillos de la chaqueta de Justin vacié mis nuevas adquisiciones de esta tarde, una vez que me las guardé bajo llave en mi cajón, me encerré en mi baño, me lavé la cara y enjuagué mi boca.

De las gavetas que tiene el baño, saqué un encendedor rojo que nunca había usado y prendí el “cigarrillo” - un porro, en realidad - dudé antes de dar la primera calada, pero mi mano la llevé justo a la entrada de mi boca y mi boca succionó y sopló. ¿Lo primero que sentí? Una extraña y muy confortante liberación. Adiós Adam y sus amenazas, tras las siguientes caladas las cosas que me rodeaban llegaban a tener mucho sentido del humor, tuve un ataque de un segundo en que el pomo de la puerta tenía nariz y luego ya no estaba. Y reí. Luego por el humo me había atorado. Reí.

Tocaron la puerta, en acto de sorpresa boté el cigarrillo al lavabo. Ya no reí. Lo envolví en papel higiénico y lo tiré a la basura. Una vez comprobado que cerré la puerta del baño, abrí la puerta de mi habitación. Parpadeé cuatro veces y Roberta apareció ante mis ojos.

Yo: ¿Qué? - aclaré mi garganta, la sentía ronca.
Roberta: Necesito que me lleves a la casa de una amiga.
Yo: No.
Roberta: Sé que son las ocho de la noche, pero es que está en unos apuros con nuestra maqueta que presentaremos el lunes y mañana ella no va estar todo el día. Ya me han dejado permiso.
Yo: Mi papá, que te lleve él - sentí ardor en los ojos y mis piernas como de gelatina. Lo último, me divertía internamente.
Roberta: Está cuidando a mamá por lo de su embarazo, no queda mucho y pues, ya sabes… Y no digas Joe, él se ha encerrado en su cuarto y anda muy raro, tú eres mi última y única opción. Mi promedio depende de esa tonta maqueta.
Yo: No puedo conducir… me siento mal - no puedo hacerlo mientras sienta que los ojos y cabeza están girando.
Roberta: Te estoy pidiendo un solo favor, y no eres capaz de solo conducir por minutos…
Yo: Ya, ya.

Una vez en marcha yo escuchaba a medias las indicaciones de Roberta, mi cabeza cantaba desinteresadamente una canción infantil. Miré mi pie izquierdo que se balanceaba y al levantar la cabeza vi que estaba a nada de chocarme contra un carro de los ochenta. Frené de golpe, Roberta gritó.

Roberta: ¿¡Qué te pasa!?
Yo: Esa maldita chatarra se atravesó en mi camino - respondí respirando fuerte.
Roberta: No había nada el camino estaba despejado.
Yo: Había… había… - ya no estaba. Me pegué a la acera y estacioné. - bájate.
Roberta: ¿Qué? Pero falta unas…
Yo: ¡Bájate, ya! - grité desesperada mientras peleaba con lo que se formaba dentro de mi cabeza - ¡Maldita sea, hazlo ya!

Se bajó gritándome algo que no quise oír. Cuando la vi lejos, tomé mi teléfono escogiendo al menos curioso de mi lista y él que vendría rápido. Ryan.

::Llamada Telefónica::

Ryan: ¿______(Tn)? ¿Ya llegaste? ¿Cómo estás?
Yo: Mal, Ryan ven a recogerme, estoy en mi carro y no puedo conducir. Ven, por favor.
Ryan: ¿Dónde estás? - su voz era desesperada.
Yo: A cinco cuadras del centro comercial. No preguntes, solo ven.
Ryan: Ya salgo.

::Fin de la llamada::
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::♥::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::♥:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Me he demorado más de lo que pensaba. Esto de estar en la cuenta regresiva de la novela me pone de nervios, tengo todas las ideas de los capítulos restantes pero lo que está en mi cabeza como escenas cortadas de películas no las puedo transmitir en la escritura. Mil disculpas. Me la he pasado releyendo mis libros y otras novelas que me gustaron en Facebook, como para darme una idea de como poder expresar lo que tengo pensado por eso la demora. Mañana me pongo a escribir el capítulo, es que en mi país, ya es tarde y no me dejan más tiempo. Yo las quiero.
No me asesinen mentalmente por la demora. Miren que a Justin, no le gustaría eso. Eh.
(:

10 comentarios:

  1. Hola soy New Reader jajaja me ENCANTA tu novela... Me llamo Andrea pero me dicen Andy, me gustaria que visitaras mi nove, es de Biebs y Tu:

    - http://www.dejameamarteamiforma.blogspot.com

    Follow Me & I Follow Back --> @hipstagirl3621

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  2. ¡Bienvenida!
    La leeré y también te seguiré, ahora.
    :)

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  3. Respuestas
    1. Paciencia pequeña saltamontes, no querrás parecer desesperada.

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  4. holiiiiii me he cambiado el nombre como veras,me parece mas swaggy jijiji guapisima me ha encantado ha estado super interesante y me encanto nose que mas decirte que me pone triste que ya se este terminando la novela pero espero que hagas mas y mas y nunca dejes de volar tu imaginacion te quiero guapisimaaaaaaaa <3
    XOXO:NALU
    PD:como siempre llego tarde para comentar pero buaa no pasa nada verdad??? jijiji el putituto me tiene harta jajaja

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  5. Jajajaja. No, no pasa nada. Tranquila no lo haré, tengo varias novelas ya pensadas.
    ;)

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  6. Hghjhhjhj sigue plis amo mucho tu novela soy nueva lectora :3 y tambn me llamo Ana Luisa haha como Nalu <3

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  7. ¡Bienvenida a este blog! Me gustan los nombres que son dos.

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  8. hola ya lei el nuevo capitulo me encanto siguela quiero saber que mas pasara besos

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  9. siguela amo tu nove eres mi idola¡¡¡ (=

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