Supuestamente a estas
alturas ya deberíamos estar bailando o si quiera escuchando de que se va a
tratar la clase de hoy, en cambio de lo habitual la profesora está sentada a
una esquina del auditorio concentrada en varios papeles y de rato en rato hace una
que otra llamada.
Christian:
¿Qué tanto se nota la abolladura de tu carro?
Ryan: No es
tanto el golpe sino que hay una parte de la pintura que se fue.
Christian: ¿Y
si le pegas stickers?
Ryan: No seas
idiota.
Christian:
Entonces solo píntalo y ya - Ryan oprimió las ganas de gritarle.
Ryan: No tengo
ni para unas simples galletas y menos para pintura.
Profesora: De
pie, todos, por favor. Vamos a comenzar con los calentamientos.
Se hizo la
bulla a causa de que todos se levantaran y empezaran a ubicarse por el lugar y
empezar, la profesora caminó entre sus estudiantes cuando llegó por mí lado
pensé que iba a seguir de largo pero se quedó y agachó su cabeza a mi altura
para poder hablarme:
Profesora:
Johnson, acompáñame afuera, por favor - volteé a ver a Ryan y a Christian que
estaban igual que yo, subieron los hombros algunos que estaban cerca que
llegaron a escuchar me miraban atentos.
Apresuré el
paso para alcanzarla, caminando detrás de ella llegamos fuera del auditorio.
Profesora:
¿Conoces la escuela de artes Story Arts?
- negué - ¿No? qué extraño, deberías es muy conocida, tiene una sede por cada
país y caracterizado por ser demasiado exigente, tienes que hacer una audición
para ingresar.
Yo: Ya veo…
Profesora:
Cada cierto tiempo, que puede ser corto o largo, yo personalmente escojo a los
mejores estudiantes de mi área e intento que ingresen, yo te escogí a ti, claro
está que esta escuela es de tiempo completo es decir que estás en ella y le
dedicas todo tu tiempo.
Yo: ¿O sea ya
no más clases de matemáticas, ni de historia, literatura, ni las otras?
Profesora: No,
ya no estudiarías materias en una escuela regular sino arte en una escuela de
artes. _____(Tn) te estoy diciendo que puedes dar la prueba, yo misma me puedo
encargar de colocar tu nombre entre los postulantes, solo tienes que decir que
de sí, claro que antes tus papás tienes que hablar conmigo y estar de acuerdo,
tienes talento que no debería ser desperdiciado.
Yo: Es
increíble lo que usted me dice, yo quiero pero - como siempre los peros - tengo
que decirles a mis papás, no creo que estén muy de acuerdo con la idea de que
ya no estudie.
Profesora: Lo
sé, te entiendo. Trata de comunicarme la respuesta lo antes posible, las
inscripciones tienen un límite de fecha aunque las clases empiecen el próximo
año.
Yo: Yo les
diré, gracias.
Haber salido
de las entrañas de mi madre me da cierta seguridad de lo que ella respondería
si le digo que no quiero seguir en un colegio donde te enseñen lo esencial y
necesario para probar suerte en una escuela de artes, de la cual es muy
probable que salga hecha toda una profesional pero con la carga de que a las
personas de ese rubro no encuentran trabajo tan fácil como se aparenta.
Obviamente mi madre clara y sin pensarlo dos veces contestaría un suave y
rotundo no. Mi papá, de seguro él antes de hablar se tomaría su tiempo para
pensar en silencio mientras inconscientemente se rasca con el dedo índice la
barbilla y luego diría algo como ¿Estás segura? Y yo respondería ¡Claro que
estoy segura! Sabiendo que no lo estoy pero con tal de salir de los libros con
ejercicios y problemas mentiría, y con el tiempo me acostumbraría a la idea de
que si no funciona el empleo de la magnífica coreógrafa que tengo pensado tener
podría terminar como una profesora de baile en una escuela común recibiendo
cada mes el sueldo mínimo, aunque claro está que tendría la herencia de mi papá
y podría ser una profesora mediocre que vive en una casa a las afueras de la
ciudad con lujo hasta que un día se me acabe la fortuna y tenga que empeñar mi
casa, y tener que vivir de la caridad de mi hermano si no quiero morirme de
frío en las calles
A lo lejos
reconocí la voz de Ryan, segundos más tardes su mano se agitaba en frente mío.
Ryan: Está
como fuera - le comentó al chico del costado.
Christian: ¿Le
echamos agua?
Yo: Échame
agua y yo te tiro al océano - amenacé.
Ryan: Pensé
que habías entrado en coma.
Yo: ¿Por qué
estamos aquí afuera y no nos vamos?
Ryan: Porque
te quedaste idiotizada mirando la pista - contestó haciéndose el gracioso.
Yo: Tuve una
visión - es sorprendente que Ryan se crea semejante tontería - estabas tú.
Christian: ¿Yo
también?
Yo: No, tú no,
solo Ryan y lo estaba golpeando.
Ryan: Hay que
chistosa - rió falso, le mostré mi mediana lengua - Muggle.
Yo: Calla
Voldemort.
Abrió la boca
ofendido.
Ryan: Patch no
es real.
Yo: Cállate
insensible, él es real, lo sé. Yo lo vi.
Ryan: Sí, como
no - vaciló sarcásticamente - hija de Snow.
Yo: ¿Desde
cuándo lees tanto?
Ryan: Querrás
decir - corrigió - desde cuándo veo tantas películas.
Yo: Ya decía
yo que tú leyendo es como…
No completé mi
frase, no porque no tuviera idea de lo que iba a decir sino porque con un
fuerte ruido una motocicleta negra y roja estacionó en frente de nosotros tres.
Christian: Ay,
ya vino la moto del super estrella.
Justin:
Envidioso - tiró el casco a su estómago - ¿Nos vamos?
Ryan: Claro a
_______(Tn) sí, pero a nosotros que nos parta un rayo.
Justin:
Primero sube ella y luego vemos como nos acomodamos.
Pasé la pierna
derecha por encima y me senté, no sé cómo planea que entremos cuatro si a las
justas y apretados cabemos nosotros dos.
Justin: Adiós,
nos vemos mañana - por instinto me agarré de la cintura de Justin si no me iba
para atrás después del arranque fuerte y desprevenido.
Christian:
¡Hijo de…!
Yo: ¿Estás
loco o te crees el nuevo macho alfa de Atlanta? - escuché una risa.
Justin: Ambas.
Yo: Ve más
despacio, presiento que nos vamos a matar.
Justin: No -
aumentó aún más la velocidad.
Yo: Deja de
ver Rápidos y Furiosos por favor - aprovechando que mis manos estaban por su
abdomen pellizqué su ombligo - baja la velocidad.
Justin: Eres
muy agresiva - agitó su cabeza en reprobación.
Yo: Y tú muy
loco y nadie dice nada.
Los cortos
cabellos de la nuca de Justin se agitaban contra el viento. No sé a dado cuenta
que su casco lo ha dejado en manos de Ryan y Christian. Por la poca velocidad
se veían mejor las casas, la mayoría en su totalidad son iguales, un niño que
caminaba por la acera se quedó viendo a Justin, tal vez sea raro estar
caminando como cualquier día y de pronto a tu costado aparece una estrella
mundial. Yo por mi parte no me acostumbro al brillo y a la atención que recibe
por todas partes, es difícil y loco que un día él esté en mi casa y luego en la
mañana lo vea en la televisión o en revistas dando alguna entrevista o cantando
aún me sigue fastidiando la presencia de la gente cada vez que Justin pone un
pie en la calle, no hay nadie que no le saque alguna foto o esté observando, lo
cual es incómodo haciendo extraña la situación.
Cruzamos el
lumbral de la puerta, la cerré de espaldas con el pie.
Justin: Quiero
chocolate ¿tienes?
Yo: ¿El
chocolate en polvo que se le echa a la leche, cuenta?
Justin:
¡Leche! - Salió disparado en dirección de la cocina ¿de verdad él tiene
dieciocho?
Caminé como
persona normal a la cocina, Justin ya estaba a nada de echarle una cucharada
llena de chocolate.
Yo: La leche
está fría no va disolver - me senté en la silla frente a la suya.
Justin: Aleja
tus mala vibras - echó otra cucharada más, empezó a mover mirándome.
La leche tiñó
de un débil color marrón, como lo había predicho el chocolate no disolvió, se
hizo grumos choco-latosos por todas partes del vaso cuando sacó la cuchara
había una bola marrón pegada a la cuchara, la examinó y luego se la metió a la
boca.
Yo: Yo también
quiero - metió la cuchara. La extendió hasta mi boca, tragué la leche junto a
los grumos de chocolate - me voy el martes.
Justin: Lo sé
- dijo algo malhumorado por habérselo recordado - yo me voy a los días de tu
regreso.
Estados Unidos y Europa.
Yo: ¿No que
solo era Estados Unidos? - encogió los hombros - ¿Cuánto?
Justin: Dos
meses.
Golpeé los
dedos contra la mesa pensando en que decir.
Yo: ¿Sabes de Story Arts?
Justin: Sí,
algo.
Yo: El próximo
año puede que estudie allí - alzó la vista de su leche - claro que no se lo he
dicho a mis papás, me lo propuso una profesora.
Justin: ¿Crees
que te dejen? - ladeé la cabeza - ¿Tú quieres?
Yo: Sí, sería
bueno quitarme las matemáticas de encima pero estaría pisando huevos si estudio
allí.
Justin: ¿De
qué hablas?
Yo: Siendo
realista, de uno en un millón que estudian algo referente a las artes y se
dedican a ello tiene suerte y triunfan ¿Qué me garantiza que yo sea esa una?
Justin:
Confiar en ti, mírame fui ese uno…
Yo: Engreído -
bromeé.
Justin: … y tú
también lo puedes ser.
Yo: A mi mamá
no le va gustar la idea que deje de estudiar.
He crecido con
una madre que para ella lo esencial y primordial en esta vida son los estudios
y cuya frase es <<Los estudios son la base de un buen futuro>> y
que ahora le salga con la noticia de que mi afición de “bailar” lo quiero
llevar a un ámbito más profesional intentando probar suerte va tejer en ella un
hilo de decepción.
Justin: Puedes
estudiar en casa, con un profesor particular que se adecue a tus horarios.
Yo: No es una
mala idea.
Justin: Es una
estupenda idea.
***
He estado
dando vueltas por media hora y cuando me cansé de hacerlo solo me eché
tranquila mirando al techo y como eso tampoco servía para conciliar el sueño,
me coloqué de costado y cerré los ojos, y tampoco funcionó. No sé qué pasa,
antes de acostarme tenía mucho sueño es más ahora estoy bostezando pero los
ojos no me obedecen es como si mi cuerpo estuviera alerta esperando algo y
luego recién descansar. Me levanté, ignorando las tantas horas de la madrugada
que eran y a paso ligero entré al cuarto de Joe, desde que lo ambientaron dije
que amaba este cuarto, tiene pinta de antiguo y de moderno a la vez.
Yo: Joe… Joe -
alternaba su nombre con un movimiento a su cuerpo - Joe, despierta.
Joe: Hum,
¿mamá? - balbuceó.
Yo: Soy yo
______(Tn). Despierta - volví a moverlo.
Sus ojos se
abrieron torpemente, me examinó sin quitar la cabeza de la almohada.
Joe: ¿No
puedes dormir?
Yo: No ¿Tienes
de esas pastillas para dormir?
Joe: Papá
tiene - contestó.
Pasé las manos
por mi cabello balanceándome en el suelo con los talones.
Yo: Ve a
buscarlas tú, yo no sé cómo son. Por favor.
Joe: Eres muy
pesada.
Yo: Por favor.
Volvió a
cerrar los ojos, iba a zarandearlo otra vez pero quitó las sábanas de un tirón
y se incorporó esta vez ya levantada, a ciegas buscó los zapatos y salió
renegando en voz baja. Cogí su celular -igual al mío, solo que en negro- , tres
y cuarenta y tres de la mañana, tiene un mensaje no leído.
¿Estás dormido?
De remitente
está el nombre de una tal Elle, presiento que ya he escuchado ese nombre, no sé
dónde, no sé cuándo pero ya lo he oído, el mensaje fue mandado a las doce de la
noche ¿quién manda mensajes diciendo “¿Estás dormido?” a la media noche? Yo por
lo menos no lo haría.
Joe: ¿Qué
haces? - arrastró los pies hasta la mesa de noche y dejó un vaso de agua y la
pastilla.
Yo: Leo tus
mensajes - contesté tranquila.
Joe: Ah… ¿¡Por
qué haces eso!?
En una
maniobra rápida el teléfono pasa de mis manos a las suyas.
Yo: ¿Quién es Elle?
- introduzco la pastilla blanca en mi boca y paso con un buen trago de agua.
Joe: Es la
sobrina de Madison.
Yo: Ya sabía
que ese nombre lo había escuchado en alguna parte ¿fue a la boda, verdad?
Asintió.
Joe: Salgo con
ella - entró a su cama del lado opuesto
en el que yo me encuentro, subí los pies y también me acomodé.
Yo: ¿Sales con
alguien que tranquilamente puede ser de tu familia?
Joe: No es de
mi familia, aunque a veces se le da por llamarme primito, es raro.
Yo: No me
digas que le dices primita, porque
sonarían a actores porno.
Joe: ¿Actores
porno?
Yo: Ya sabes,
siempre empieza con una historia descabellada como de dos hermanos que se
desean y al final lo terminan haciendo en la cocina mientras sus papás están
durmiendo.
Joe: Estás… -
bostezó - contaminada mentalmente.
Yo: ¿Hace
cuánto que salen?
Joe: Solo
fueron dos días, hablamos más por WhatSapp - yo no entiendo eso - me saluda
como primito, te digo es raro pero me pone de una forma…
Yo: No quiero
saber eso, gracias.
Rió.
Conversamos
unos quince minutos hasta que Joe ya no pudo más y cayó rendido. A pesar de la
pastilla no concilié sueño hasta pasado de las cuatro de la mañana, lo más
largo que dormí habrán sido unos cuarenta minutos de los cuales desperté
saltando, y así varias veces hasta que se hizo de día.
(Martes 10 de diciembre)
El aeropuerto
de Atlanta, recibía cada minuto más personas, las sillas azules de espera se
llenaba dejando a varios parados al costado de sus acompañantes, unos revisaban
las cosas esenciales en sus mochilas o maletas de mano mientras que otros
preferían tomar un café que como nosotros se han despertado temprano y de
seguro están hace como dos horas aquí por el papeleo de siempre antes de
viajar.
Justin ladeó
su cabeza hacia la izquierda, no me dio el tiempo para reaccionar ante el acto
porque ya se estaba moviendo hacia el lado indicado, dejé la mochila en el
asiento y caminé detrás de él.
Yo: ¿Qué pasa?
Justin: Feliz
Navidad - mostró una media sonrisa.
Yo: No es
Navidad.
Justin: Para
cuando lo sea no te lo voy a decir en directo.
Yo: Te acosaré
en Twitter - reímos bajo.
Justin: De
igual forma, ¿me vas a extrañar?
Yo: Los días
se pasan rápido.
Justin: Yo
también te voy a extrañar - me jaló estampando mi cara contra su clavícula,
sentí sus manos calientes en mi espalda.
Retiró su
cabeza de mi cuello para besarme. Beso con sabor a despedida. Soy consciente
que mi hermano está a unos metros observándonos, eso poco o nada importa, tengo
derecho no lo voy a ver de aquí hasta enero. Yo voy a pasar las fiestas con mi
mamá y él con su familia en Canadá.
Joe:
¡_____(Tn) ya nos llamaron!
Yo: Hasta
enero.
Justin: Hasta
enero - repitió.
Pasé la puerta
de embarque, a mi hermano y a mí nos esperaban nueve horas de viaje.
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¡Hola! No morí estaba de parranda(fiesta). Bueno fuera que estuviera de fiesta, son días del año muy duros porque las clases se acaban. Termino el 19 de diciembre. Y como son últimas fechas los profesores andan de alocados con trabajos por aquí, prácticas por allá y exposiciones, estoy exhausta como muchas de ustedes también lo estarán en sus colegios, lo bueno es que ya se acaba. Por eso es que no ando muy activa en el blog, así tal vez ande durante este casi mes que me queda y no es porque yo quiera, yo ando escribiendo de poquito en poquito un capítulo.
Eso es todo chicas, solo paciencia, yo también me desespero y me molesto cuando no puedo subir.
Las quiero.
:)