miércoles, 27 de noviembre de 2013

Cap 65: Feliz Navidad


Supuestamente a estas alturas ya deberíamos estar bailando o si quiera escuchando de que se va a tratar la clase de hoy, en cambio de lo habitual la profesora está sentada a una esquina del auditorio concentrada en varios papeles y de rato en rato hace una que otra llamada.

Christian: ¿Qué tanto se nota la abolladura de tu carro?
Ryan: No es tanto el golpe sino que hay una parte de la pintura que se fue.
Christian: ¿Y si le pegas stickers?
Ryan: No seas idiota.
Christian: Entonces solo píntalo y ya - Ryan oprimió las ganas de gritarle.
Ryan: No tengo ni para unas simples galletas y menos para pintura.
Profesora: De pie, todos, por favor. Vamos a comenzar con los calentamientos.

Se hizo la bulla a causa de que todos se levantaran y empezaran a ubicarse por el lugar y empezar, la profesora caminó entre sus estudiantes cuando llegó por mí lado pensé que iba a seguir de largo pero se quedó y agachó su cabeza a mi altura para poder hablarme:

Profesora: Johnson, acompáñame afuera, por favor - volteé a ver a Ryan y a Christian que estaban igual que yo, subieron los hombros algunos que estaban cerca que llegaron a escuchar me miraban atentos.

Apresuré el paso para alcanzarla, caminando detrás de ella llegamos fuera del auditorio.

Profesora: ¿Conoces la escuela de artes Story Arts? - negué - ¿No? qué extraño, deberías es muy conocida, tiene una sede por cada país y caracterizado por ser demasiado exigente, tienes que hacer una audición para ingresar.
Yo: Ya veo…
Profesora: Cada cierto tiempo, que puede ser corto o largo, yo personalmente escojo a los mejores estudiantes de mi área e intento que ingresen, yo te escogí a ti, claro está que esta escuela es de tiempo completo es decir que estás en ella y le dedicas todo tu tiempo.
Yo: ¿O sea ya no más clases de matemáticas, ni de historia, literatura, ni las otras?
Profesora: No, ya no estudiarías materias en una escuela regular sino arte en una escuela de artes. _____(Tn) te estoy diciendo que puedes dar la prueba, yo misma me puedo encargar de colocar tu nombre entre los postulantes, solo tienes que decir que de sí, claro que antes tus papás tienes que hablar conmigo y estar de acuerdo, tienes talento que no debería ser desperdiciado.
Yo: Es increíble lo que usted me dice, yo quiero pero - como siempre los peros - tengo que decirles a mis papás, no creo que estén muy de acuerdo con la idea de que ya no estudie.
Profesora: Lo sé, te entiendo. Trata de comunicarme la respuesta lo antes posible, las inscripciones tienen un límite de fecha aunque las clases empiecen el próximo año.
Yo: Yo les diré, gracias.


Haber salido de las entrañas de mi madre me da cierta seguridad de lo que ella respondería si le digo que no quiero seguir en un colegio donde te enseñen lo esencial y necesario para probar suerte en una escuela de artes, de la cual es muy probable que salga hecha toda una profesional pero con la carga de que a las personas de ese rubro no encuentran trabajo tan fácil como se aparenta. Obviamente mi madre clara y sin pensarlo dos veces contestaría un suave y rotundo no. Mi papá, de seguro él antes de hablar se tomaría su tiempo para pensar en silencio mientras inconscientemente se rasca con el dedo índice la barbilla y luego diría algo como ¿Estás segura? Y yo respondería ¡Claro que estoy segura! Sabiendo que no lo estoy pero con tal de salir de los libros con ejercicios y problemas mentiría, y con el tiempo me acostumbraría a la idea de que si no funciona el empleo de la magnífica coreógrafa que tengo pensado tener podría terminar como una profesora de baile en una escuela común recibiendo cada mes el sueldo mínimo, aunque claro está que tendría la herencia de mi papá y podría ser una profesora mediocre que vive en una casa a las afueras de la ciudad con lujo hasta que un día se me acabe la fortuna y tenga que empeñar mi casa, y tener que vivir de la caridad de mi hermano si no quiero morirme de frío en las calles

A lo lejos reconocí la voz de Ryan, segundos más tardes su mano se agitaba en frente mío.

Ryan: Está como fuera - le comentó al chico del costado.
Christian: ¿Le echamos agua?
Yo: Échame agua y yo te tiro al océano - amenacé.
Ryan: Pensé que habías entrado en coma.
Yo: ¿Por qué estamos aquí afuera y no nos vamos?
Ryan: Porque te quedaste idiotizada mirando la pista - contestó haciéndose el gracioso.
Yo: Tuve una visión - es sorprendente que Ryan se crea semejante tontería - estabas tú.
Christian: ¿Yo también?
Yo: No, tú no, solo Ryan y lo estaba golpeando.
Ryan: Hay que chistosa - rió falso, le mostré mi mediana lengua - Muggle.
Yo: Calla Voldemort.

Abrió la boca ofendido.

Ryan: Patch no es real.
Yo: Cállate insensible, él es real, lo sé. Yo lo vi.
Ryan: Sí, como no - vaciló sarcásticamente - hija de Snow.
Yo: ¿Desde cuándo lees tanto?
Ryan: Querrás decir - corrigió - desde cuándo veo tantas películas.
Yo: Ya decía yo que tú leyendo es como…

No completé mi frase, no porque no tuviera idea de lo que iba a decir sino porque con un fuerte ruido una motocicleta negra y roja estacionó en frente de nosotros tres.  

Christian: Ay, ya vino la moto del super estrella.
Justin: Envidioso - tiró el casco a su estómago - ¿Nos vamos?
Ryan: Claro a _______(Tn) sí, pero a nosotros que nos parta un rayo.
Justin: Primero sube ella y luego vemos como nos acomodamos.

Pasé la pierna derecha por encima y me senté, no sé cómo planea que entremos cuatro si a las justas y apretados cabemos nosotros dos.

Justin: Adiós, nos vemos mañana - por instinto me agarré de la cintura de Justin si no me iba para atrás después del arranque fuerte y desprevenido.
Christian: ¡Hijo de…!
Yo: ¿Estás loco o te crees el nuevo macho alfa de Atlanta? - escuché una risa.
Justin: Ambas.
Yo: Ve más despacio, presiento que nos vamos a matar.
Justin: No - aumentó aún más la velocidad.
Yo: Deja de ver Rápidos y Furiosos por favor - aprovechando que mis manos estaban por su abdomen pellizqué su ombligo - baja la velocidad.
Justin: Eres muy agresiva - agitó su cabeza en reprobación.
Yo: Y tú muy loco y nadie dice nada.

Los cortos cabellos de la nuca de Justin se agitaban contra el viento. No sé a dado cuenta que su casco lo ha dejado en manos de Ryan y Christian. Por la poca velocidad se veían mejor las casas, la mayoría en su totalidad son iguales, un niño que caminaba por la acera se quedó viendo a Justin, tal vez sea raro estar caminando como cualquier día y de pronto a tu costado aparece una estrella mundial. Yo por mi parte no me acostumbro al brillo y a la atención que recibe por todas partes, es difícil y loco que un día él esté en mi casa y luego en la mañana lo vea en la televisión o en revistas dando alguna entrevista o cantando aún me sigue fastidiando la presencia de la gente cada vez que Justin pone un pie en la calle, no hay nadie que no le saque alguna foto o esté observando, lo cual es incómodo haciendo extraña la situación.

Cruzamos el lumbral de la puerta, la cerré de espaldas con el pie.

Justin: Quiero chocolate ¿tienes?
Yo: ¿El chocolate en polvo que se le echa a la leche, cuenta?
Justin: ¡Leche! - Salió disparado en dirección de la cocina ¿de verdad él tiene dieciocho?

Caminé como persona normal a la cocina, Justin ya estaba a nada de echarle una cucharada llena de chocolate.

Yo: La leche está fría no va disolver - me senté en la silla frente a la suya.
Justin: Aleja tus mala vibras - echó otra cucharada más, empezó a mover mirándome.

La leche tiñó de un débil color marrón, como lo había predicho el chocolate no disolvió, se hizo grumos choco-latosos por todas partes del vaso cuando sacó la cuchara había una bola marrón pegada a la cuchara, la examinó y luego se la metió a la boca.

Yo: Yo también quiero - metió la cuchara. La extendió hasta mi boca, tragué la leche junto a los grumos de chocolate - me voy el martes.
Justin: Lo sé - dijo algo malhumorado por habérselo recordado - yo me voy a los días de tu regreso. 
Estados Unidos y Europa.
Yo: ¿No que solo era Estados Unidos? - encogió los hombros - ¿Cuánto?
Justin: Dos meses.

Golpeé los dedos contra la mesa pensando en que decir.

Yo: ¿Sabes de Story Arts?
Justin: Sí, algo.
Yo: El próximo año puede que estudie allí - alzó la vista de su leche - claro que no se lo he dicho a mis papás, me lo propuso una profesora.
Justin: ¿Crees que te dejen? - ladeé la cabeza - ¿Tú quieres?
Yo: Sí, sería bueno quitarme las matemáticas de encima pero estaría pisando huevos si estudio allí.
Justin: ¿De qué hablas?
Yo: Siendo realista, de uno en un millón que estudian algo referente a las artes y se dedican a ello tiene suerte y triunfan ¿Qué me garantiza que yo sea esa una?
Justin: Confiar en ti, mírame fui ese uno…
Yo: Engreído - bromeé.
Justin: … y tú también lo puedes ser.
Yo: A mi mamá no le va gustar la idea que deje de estudiar.

He crecido con una madre que para ella lo esencial y primordial en esta vida son los estudios y cuya frase es <<Los estudios son la base de un buen futuro>> y que ahora le salga con la noticia de que mi afición de “bailar” lo quiero llevar a un ámbito más profesional intentando probar suerte va tejer en ella un hilo de decepción.

Justin: Puedes estudiar en casa, con un profesor particular que se adecue a tus horarios.
Yo: No es una mala idea.
Justin: Es una estupenda idea.


***

He estado dando vueltas por media hora y cuando me cansé de hacerlo solo me eché tranquila mirando al techo y como eso tampoco servía para conciliar el sueño, me coloqué de costado y cerré los ojos, y tampoco funcionó. No sé qué pasa, antes de acostarme tenía mucho sueño es más ahora estoy bostezando pero los ojos no me obedecen es como si mi cuerpo estuviera alerta esperando algo y luego recién descansar. Me levanté, ignorando las tantas horas de la madrugada que eran y a paso ligero entré al cuarto de Joe, desde que lo ambientaron dije que amaba este cuarto, tiene pinta de antiguo y de moderno a la vez.

Yo: Joe… Joe - alternaba su nombre con un movimiento a su cuerpo - Joe, despierta.
Joe: Hum, ¿mamá? - balbuceó.
Yo: Soy yo ______(Tn). Despierta - volví a moverlo.

Sus ojos se abrieron torpemente, me examinó sin quitar la cabeza de la almohada.

Joe: ¿No puedes dormir?
Yo: No ¿Tienes de esas pastillas para dormir?
Joe: Papá tiene - contestó.

Pasé las manos por mi cabello balanceándome en el suelo con los talones.

Yo: Ve a buscarlas tú, yo no sé cómo son. Por favor.
Joe: Eres muy pesada.
Yo: Por favor.

Volvió a cerrar los ojos, iba a zarandearlo otra vez pero quitó las sábanas de un tirón y se incorporó esta vez ya levantada, a ciegas buscó los zapatos y salió renegando en voz baja. Cogí su celular -igual al mío, solo que en negro- , tres y cuarenta y tres de la mañana, tiene un mensaje no leído.


¿Estás dormido?


De remitente está el nombre de una tal Elle, presiento que ya he escuchado ese nombre, no sé dónde, no sé cuándo pero ya lo he oído, el mensaje fue mandado a las doce de la noche ¿quién manda mensajes diciendo “¿Estás dormido?” a la media noche? Yo por lo menos no lo haría.

Joe: ¿Qué haces? - arrastró los pies hasta la mesa de noche y dejó un vaso de agua y la pastilla.
Yo: Leo tus mensajes - contesté tranquila.
Joe: Ah… ¿¡Por qué haces eso!?

En una maniobra rápida el teléfono pasa de mis manos a las suyas.

Yo: ¿Quién es Elle? - introduzco la pastilla blanca en mi boca y paso con un buen trago de agua.
Joe: Es la sobrina de Madison.
Yo: Ya sabía que ese nombre lo había escuchado en alguna parte ¿fue a la boda, verdad?

Asintió.

Joe: Salgo con ella - entró a su cama  del lado opuesto en el que yo me encuentro, subí los pies y también me acomodé.
Yo: ¿Sales con alguien que tranquilamente puede ser de tu familia?
Joe: No es de mi familia, aunque a veces se le da por llamarme primito, es raro.
Yo: No me digas que le dices primita, porque sonarían a actores porno.
Joe: ¿Actores porno?
Yo: Ya sabes, siempre empieza con una historia descabellada como de dos hermanos que se desean y al final lo terminan haciendo en la cocina mientras sus papás están durmiendo.
Joe: Estás… - bostezó - contaminada mentalmente.
Yo: ¿Hace cuánto que salen?
Joe: Solo fueron dos días, hablamos más por WhatSapp - yo no entiendo eso - me saluda como primito, te digo es raro pero me pone de una forma…
Yo: No quiero saber eso, gracias.

Rió.

Conversamos unos quince minutos hasta que Joe ya no pudo más y cayó rendido. A pesar de la pastilla no concilié sueño hasta pasado de las cuatro de la mañana, lo más largo que dormí habrán sido unos cuarenta minutos de los cuales desperté saltando, y así varias veces hasta que se hizo de día.



(Martes 10 de diciembre)


El aeropuerto de Atlanta, recibía cada minuto más personas, las sillas azules de espera se llenaba dejando a varios parados al costado de sus acompañantes, unos revisaban las cosas esenciales en sus mochilas o maletas de mano mientras que otros preferían tomar un café que como nosotros se han despertado temprano y de seguro están hace como dos horas aquí por el papeleo de siempre antes de viajar.

Justin ladeó su cabeza hacia la izquierda, no me dio el tiempo para reaccionar ante el acto porque ya se estaba moviendo hacia el lado indicado, dejé la mochila en el asiento y caminé detrás de él.

Yo: ¿Qué pasa?
Justin: Feliz Navidad - mostró una media sonrisa.
Yo: No es Navidad.
Justin: Para cuando lo sea no te lo voy a decir en directo.
Yo: Te acosaré en Twitter - reímos bajo.
Justin: De igual forma, ¿me vas a extrañar?
Yo: Los días se pasan rápido.
Justin: Yo también te voy a extrañar - me jaló estampando mi cara contra su clavícula, sentí sus manos calientes en mi espalda.

Retiró su cabeza de mi cuello para besarme. Beso con sabor a despedida. Soy consciente que mi hermano está a unos metros observándonos, eso poco o nada importa, tengo derecho no lo voy a ver de aquí hasta enero. Yo voy a pasar las fiestas con mi mamá y él con su familia en Canadá.

Joe: ¡_____(Tn) ya nos llamaron!
Yo: Hasta enero.
Justin: Hasta enero - repitió.

Pasé la puerta de embarque, a mi hermano y a mí nos esperaban nueve horas de viaje.


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¡Hola! No morí estaba de parranda(fiesta). Bueno fuera que estuviera de fiesta, son días del año muy duros porque las clases se acaban. Termino el 19 de diciembre. Y como son últimas fechas los profesores andan de alocados con trabajos por aquí, prácticas por allá y exposiciones, estoy exhausta como muchas de ustedes también lo estarán en sus colegios, lo bueno es que ya se acaba. Por eso es que no ando muy activa en el blog, así tal vez ande durante este casi mes que me queda y no es porque yo quiera, yo ando escribiendo de poquito en poquito un capítulo. 

Eso es todo chicas, solo paciencia, yo también me desespero y me molesto cuando no puedo subir.
Las quiero.
:)  

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cap 64: Códigos.


A las tres de la mañana me desperté y me volví a dormir, y ahora me he vuelto a levantar y son las cuatro de la mañana, Joe está boca abajo roncando muy fuerte. No aguanté más, me levanté y fui directo a alistar mis cosas para el colegio a medida que también me iba colocando el uniforme, del cuaderno de química arranqué un pedazo de hoja y apunté <<Hoy me fui temprano>> sé que Joe duerme como roca hasta las siete de la mañana así que no va sospechar que salí de madrugada.

Bajé con la mochila al hombro a la cocina, muero de hambre ayer no almorcé ni cené. Preparé lo más sencillo y básico; yogurt con cereal claro que este era diferente a mis otros tazones de yogurt con cereal este era el mega tazón de yogurt y cereal de mi vida. Enjuagué mi boca y salí derecho a la cochera, otra vez como muchas opté por la Harley para transportarme antes de partir equilibré el peso de la mochila, ajusté el casco y arranqué.

No tardé nada en llegar, las pistas están vacías a estas horas.

Recepcionista: Buenos - bostezó - …días
Yo: Buenos días, Justin sabe que vengo no es necesario que le avises.
Recepcionista: Está bien, buen día - el hombre se estaba cayendo de sueño.

Marqué piso nueve y esperé a que el rectángulo metálico llegara después de escuchar el sonido típico de los ascensores al abrirse salí hacia el “22-C”, del bolsillo más pequeño de la mochila saqué la copia de la llave del departamento de Justin, él no sabe que la tengo “casualmente” me llevé su llave verdadera y aproveché claro bajo la influencia de Melanie de sacar una copia.

Una vez dentro de su habitación encendí el televisor me encargué de sintonizarlo en MTV justo pasaban “The Fox” la canción estruendosa de Ylvis, conecté la televisión al parlante estéreo negro y con el mando subí el volumen al máximo, tal y como lo esperaba Justin de un salto ya estaba bien despierto.

Justin: ¿¡Estás loca!? ¡Aún no sale el sol! - no dije nada, para que continúe gritando - ¡Apaga eso!
Yo: Las palabras mágicas - dije agitando el mando.
Justin: Abracadabra.

Doblé los ojos.

Presioné el botón rojo y la televisión se apagó.

Justin: Ahora explícate - se frotó los ojos.
Yo: Hola _____(Tn) ¿cómo has estado? ¿Bien? Ah que bueno - comenté con sorna.

Exasperado empezó a mover la boca.

Justin: Buenos días preciosa-bella-hermosura-princesa de la humanidad ¿cómo has estado? 
Yo: Mal.
Justin: Esa no era la respuesta que yo me esperaba.
Yo: ¿No vas a preguntar por qué estoy mal? 
Justin: Espera mujer, no pidas mucho de mí a las cuatro de la madrugada.
Yo: Van a ser las cinco Justin, no es tan madrugada - comenté.
Justin: ______(Tn), ven aquí - palmeó su cama - y durmamos.
Yo: No, primero dime desde cuando consumes drogas.

El alma se le cayó a los pies, su mirada de sueño ya no estaba más.

Justin: No te entiendo.
Yo: Hablo de la marihuana que encontré en tu billetera - saqué la pequeña cartera de cuero y se la tiré, la abrió buscando lo que decía - no la busques, está en la basura.
Justin: ¿La tiraste? - asentí - no era mía, era de Lil Twist.
Yo: ¿Tu amigo el rapero? ¿Entonces tú no consumes?
Justin: No, si algún día lo hago te lo diré lo juro - sonrió.
Yo: No lo harás.
Justin: No lo haré - reafirmó - ¿no has podido dormir por estar preocupada por mí, verdad?

Con una sonrisa de satisfacción en la cara se levantó de la cama, llevaba puesto unos shorts largos en conjunto con una camiseta de mangas largas azul.

Yo: No te ilusiones, no he podido dormir porque me acosté temprano ayer.
Justin: No mientas - dijo rosándome la boca con su sonrisa.
Yo: No miento, quiero ir al cielo - miré su boca rosado tan cerca.

Antes de que yo lo hiciera él lo hizo, me besó, subí las manos a cada lado de su cabeza las de él aparecieron en mi cintura me trepé a él en un salto como si yo fuese una profesional en el tema.

Yo: Tengo que ir al colegio - dije intuyendo el futuro asunto.
Justin: Tenemos tiempo - habló sobre mi oreja.
Yo: Asqueroso - reí.


***


Para cuando ya había terminado de peinarme, Justin justo terminaba de bajar las escaleras, el miedoso me dejó sola en la puerta del ascensor y echó a correr por las escaleras.

Justin: Yo quiero conducirla - dijo colocándose el casco.
Yo: No, es mía y por lo tanto lo hago yo.
Justin: Por favor, nunca he conducido una Harley.
Yo: Tienes una moto.
Justin: Pero no es una Harley.
Yo: Ya, ya conduce tú solo porque si no, nos apuramos voy a llegar tarde otra vez y por tu culpa.

Primero se montó él luego vine yo, acomodé la mochila y una vez ya abrazada de Justin la motocicleta arrancó apoyé la cabeza en su espalda y pregunté:

Yo: ¿Te gusta?
Justin: ¡Me gustas!

Sonreí. Preguntaba por la moto pero me gustó más lo que dijo.




Estaba sentada en mi típico lugar de siempre al lado de Max, copiando la teoría del color de la clase de arte cuando mi celular empezó a vibrar como loco en mi bolsillo, dejé el lapicero a un lado y metí la mano al bolsillo de la falda.

Mensaje:
Al baño de siempre, ahora.
-Melanie-

Volví a guardar el teléfono y me levanté.

Max: ¿A dónde vas?
Yo: Al baño.

El profesor leía un libro sobre las pinturas más representativas del mundo, al ponerme al frente bajó su libro y me miró esperando a que yo hablara.

Yo: Disculpe, ¿puedo ir al baño?
Profesor: ¿Es una emergencia?
Yo: Sí, bastante urgente.
Profesor: Está bien, vaya - sonreí agradecida - pero no se demore.

Caminé hasta el fondo del aula, donde está la puerta marrón y salí. Entré al baño de mujeres de mayólicas rojas con blanco, ahí estaban las tres; Melanie con los brazos cruzados y Olivia con Alex confundidas.

Alex: Habla Melanie, porque fue muy difícil que nos den permiso a las dos - Olivia asintió.
Yo: ¿Qué pasa? - le pregunté a la morocha.
Melanie: Jason me llamó y me dijo algo interesante - secretamente miré a Olivia, está aterrada - ¿Olivia sabes qué me dijo?
Olivia: No.
Melanie: Sí sabes, eres su mejor amiga mucho más que eso tal vez.
Yo: Melanie...

No me escuchó y siguió hablando.

Melanie: Hay códigos Olivia y tú no respetaste ninguno, mientras estabas a solas con Jason.
Olivia: Yo no quería que pasara así, lo siento.
Melanie: No me importan tus disculpas, no las quiero - frunció el ceño aún más - todos creen que eres muy tierna, muy santa pero una vez que nadie te ve ¡zas! Sueltas el veneno.
Alexandra: Te estás pasando, ya déjala tranquila ¿no ves cómo está?
Olivia estaba a punto de entrar en una crisis nerviosa.
Melanie: Cuando te vea voy hacer que no existes, has lo mismo.

Ella no le respondió, abrió la puerta del baño de mujeres y salió corriendo.

Alexandra: ¡Olivia! Me voy, si el profesor no nos ve entrar juntas me mata - también salió corriendo.
Yo: ¿De verdad crees que tienes derecho a hacer eso, sabiendo lo que le haces a Caitlin?
Melanie: Caitlin Beadles no es mi amiga, esa es la diferencia.
Yo: No importa que no lo sea. Se merece el mismo respeto que tú exiges de Olivia.
Melanie: Que Caitlin no se dé cuenta que Chaz me quiere a mí y no a ella es su problema por idiota. Haré como si nunca hubiésemos tenido esta conversación, nos vemos más tarde.

Me quedé sola o eso es lo que pensaba hace unos segundos, unos pies se dejaban ver balanceándose en el cubículo del baño. Esas medias blancas cortas cuando deberían ser largas delató a esa persona.

Yo: ¡Sal de ahí Rosie!
Rosie: Hola, estaba en la dirección y cuando estaba yendo al salón me dieron ganas de ir al baño y no sabes lo que escuché ¿quieres que te cuente? - habló irónica.
Yo: No vas decir nada.
Rosie: ¿Por qué? Tengo boca y digo lo que quiero.
Yo: Cállate, no vas a decir nada.
Rosie: ¿Por qué tú lo dices? - se rió - No, no.

Salió canturreando, ¿por qué sus papás no usaron condón?




Con mi bandeja roja en la mano fui a sentarme a la mesa con Alex y Olivia mientras Alexandra hablaba sobre su triste profesor de Arte -nos toca uno diferente- yo le robaba uvas verdes a Olivia.
Alexandra: Nadie le presta atención, el pobre habla y habla y nadie lo escucha, todos hablan ni siquiera lo saludan ¿cierto Olivia?
Olivia: Ajá - dijo con una uva en la boca sin mirarnos, su mirada iba a Melanie que venía muy contenta hacia nosotras, se sentó nos saludó solo a mí y a Alex.
Melanie: ¿Ubican a Colin Forge?
Alexandra: No.
Yo: ¿Es él que usa rastas?
Melanie: No, es uno de último año tiene el cabello lacio y rubio.
Yo: Sí ya me acordé, va al taller le gusta actuar.
Melanie: Bueno él. Hoy me senté con…con… - hizo un gesto demostrando que hacía el mayor esfuerzo por acordarse el nombre - una chica, ya no importa y atrás nuestro se sentó Colin con su amigo y hablaban de una fiesta que iban a organizar en la casa de Colin.
Alexandra: ¿Y eso que pinta con nosotras?
Melanie: Son más lentas que una tortuga en coma.
Olivia aplastaba su tenedor contra el plato no le pinchaba a nada y decía palabras inaudibles.

Melanie: Es más que obvio que nos va invitar como que es más que obvio que vamos a ir - Alex y yo nos miramos y negamos.

Yo: Ese día no puedo.
Alex: Yo menos.
Melanie: Par de nabas no he dicho que día es.
Yo: El día que sea estoy ocupa con eso de mi viaje, además que mi papá no está y está más que claro que Joe no me va dejar ir.
Alex: Punto número dos, no sabemos quién es ese tal Colin y para colmo no nos ha invitado que tú supongas es diferente a que nos haya invitado.

Y por segunda vez en el día mi celular vibró pero con la diferencia que esta vez no era un mensaje sino una llamada de Adam.

::Llamada telefónica::

Adam: Me acaba de pasar lo mejor que ha podido sucederme desde que nací.
Yo: ¿Qué cosa? - pregunté realmente interesada.
Adam: ¡Tu papá, todo gracias a tu papá!
Yo: ¿Qué pasó? ¡Habla ya!
Adam: Yo le conté a tu papá que tengo una afición por el reportaje y hoy me llegó una carta de The Sun diciendo que soy uno de sus periodistas, claro que entro como practicante pero eso ya es demasiado, hice mis averiguaciones y ¿adivina qué?
Yo: No sé.
Adam: Adivina, pues - me reí - mejor te lo digo yo, tu papá mando una recomendación a The Sun sobre mí. Tienes que darme el número de tu papá para agradecerle.
Yo: Tranquilo hombre, espera eso significa que ya no vas a trabajar para mi papá.
Adam: Eh, bueno eso creo porque ahora con lo de The Sun más la universidad no me va a dar el tiempo.

Melanie: ¿Con quién hablas? - despegué el celular para contestarle.
Yo: Con Adam.
Alexandra: ¿Tu amigo el partible?
Yo: Sí, sí mi amigo el partible - volví a pegarme el celular, escuché la risa de mi “amigo el partible”

Adam: Lo sé, lo sé estoy más bueno que KFC.
Yo: Ni te creas - resté importancia - bueno señor periodista ya me tengo que ir.
Adam: El martes te acompaño al aeropuerto.
Yo: Tienes clases en la universidad - informé.
Adam: No me importa, no te voy a ver en un mes.
Yo: Es menos - por días, pero menos.
Adam: Igual, adiós señora bailarina.
Yo: Chau.

::Fin de la llamada::

Alexandra: Se me hace que alguien está engañando al cantante con un californiano.
Yo: No hables tontería, Adam es un amigo es como… - mi respuesta llegó junto con Chaz y Caitlin al costado - Ryan.
Ryan: ¿Yo qué?
Melanie: Persona detestable número uno, que bueno verte - obviamente su sarcasmo fue dirigido a Caitlin.

La mayor de las Beadles rió desganada estirando la boca a un costado.

Caitlin: ¿Número uno, acaso hay más números en tu lista negra?
Melanie: Sí, está la persona detestable número dos - habló mirando a Olivia, la pobre que no había hablado en buen rato agachó la cabeza y siguió jugando con el tenedor.
Caitlin: ¿Problemas en ciudad paraíso población tres horribles chicas y una mal afortunada?
Chaz: Cait no empieces una pelea.
Melanie: Tranquilo Chaz, tu amiguita no tiene el suficiente carácter como para provocarme, me hice las uñas ayer y no se pueden desperdiciar en poca cosa como la cara de tu amiga calienta pollas.

Ryan reprimió un “Uuuh” para no acalorar más la situación.
Caitlin: La única amiga calienta pollas de Chaz eres tú, ¿crees que no te veo cuando te le regalas?
Melanie: Y a él le gusta, dile Chaz que mientras ella no está andas comiéndome por cada rincón que encuentras. Se te acabo el encanto en tus “encuentros” con Ben Quirrel.

La morocha de rizos incontrolables colocó el dedo en la llaga, Ben Quirrel y Chaz Somers no se pueden ver las caras a menos que a uno le falte un diente por culpa del otro. Caitlin se puso colorada a tal punto que me creo todo lo que dijo Melanie.

Caitlin: Cállate.
Melanie: Pides silencio porque no quieres que siga sacando tus trapos sucios al aire - estiró de tal manera la boca que su sonrisa se veía maligna.
Ryan: Esto se está poniendo intenso - habló a mi oído - mejor vámonos.
Yo: ¡Shh! Yo quiero saber.
Ryan: Chismosa.

Volvimos nuestra atención al triángulo amoroso.

Chaz: Caitlin responde, qué pasa entre Ben y tú - habló molesto, ver a Chaz molesto es complicado.
Caitlin: Es…
Melanie: Oh, vamos Chaz no seas cara dura no le pidas explicaciones a la pobrecita de Beadles. Tú haces lo mismo es mejor que queden a mano y colorín colorado este cuento ha acabado - se largó a reír.
Chaz: No le veo la gracia, Melanie.
Melanie: Pues yo sí, señor aburrido.

Un sonido de golpe hizo que nadie abriera la boca. Olivia llamó nuestra atención.

Olivia: Con todo el respeto que te merecer por el tiempo que fuiste mi amiga, eres una perra - todos sin excepción alguna abrimos la boca en ‘o’ ella en el tiempo que la conocemos suelta una mala palabra y menos contra Melanie - me trataste mal, según tú dándome clases de moral y hablándome de los códigos de amistad y sales con esto. De verdad no te entiendo, y no quiero hacerlo, hasta aquí llegó mi límite si hace algunos minutos me importaba lo que decías de mí pues ahora me importa un reverendo comino podrido lo pienses ¿sabes otra cosa? Voy andar con Jason por donde se me dé la gana.

El timbre sonó avisando el fin de la hora de almuerzo, la primera en irse fue Olivia.

Ryan: ¿Jason no es el novio de Melanie? - asentí mirando a una Melanie consternada - ¿es una historia larga, verdad?
Yo: Ajá y muy larga.
Caitlin: Ahí lo tienes hasta tu ex - recalcó la palabra - mejor amiga sabe lo que eres.
Melanie: Lárgate antes de que “accidentalmente” tu cara termine lavando las ventanas.

Si tuve alguna chispa de esperanza que la situación se arreglara horas después, pues esa chispa fue extinguida por un cuerpo de bomberos. En la puerta principal del colegio nos encontramos todos, Olivia se fue cuando Melanie venía, Caitlin le puso un el pie a Melanie y esta tropezó, Chaz ignoró a Melanie y a sus gritos, y Caitlin agarró de la mano a Ben Quirrel en frente de Chaz, el hombre pateó un poste de luz consiguiendo nada más que un horrible dolor.

Ryan: Teníamos que elegir amigos más normales, pero no, los elegimos a ellos.
Yo: En fin, ¿nos vamos?
Ryan: ¿Me puedo quedar en tu casa? Mi mamá está molesta conmigo porque ayer choqué el carro con la basura.
Yo: Eres idiota.
Ryan: Pero sí que desean a este idiota - se dio aires.
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