sábado, 26 de octubre de 2013

Cap 61: Planes.


-Una foto más, solo una más - lleva repitiendo lo mismo hace diez minutos.

El gordo con la cámara negra, volvió a apuntarnos. El cuadro familiar, representado por los nuevos esposos, los dos hijos del esposo y la única hija de la esposa embarazada.

Yo: Papá, es como la veinteava foto que nos sacamos - hablé entre dientes, mientras intentaba sonreír para la cámara - ¿para qué tantas fotos?
Papá: Me voy en menos de una hora, tenemos que aguantar un poco más - dijo de igual forma.

Cinco flashes más y el gordito, volvió a escabullirse entre toda la gente, que apenas conocía. Tal vez socios, familiares que solo vienen para la fiesta, qué sé yo.

Joe: ¿Quién era ese señor y por qué el exceso de fotos?
Madison: Fotógrafo para una revista social, tonterías de tu padre.
Roberta: Mamá, no quiero quedarme sola en la casa.
Tp: Eh, no vas a estar sola Joe y _____(Tn), cuidarán de ti - que sueñe.
Roberta: Que _____(Tn) me cuide va ser lo mismo que está sola.
Yo: No empecemos, vas a estar dos semanas solo conmigo, no quieres sentirme molesta desde ahora.
Joe: Con esas flores en la cabeza, no amenaces, das risa.
Yo: Tonto.

Con los tacones resonando por el gran salón, caminé hasta mi aburrido y acorbatado novio.

Yo: Te ves gracioso con traje - me senté en la silla de enfrente.
Justin: Y tú te ves graciosa con las flores.
Yo: No lo niego, ¿Qué hacías?
Justin: Te tomé fotos.
Yo: Haber - arrebaté el celular de sus manos.

Como siempre Justin pegado al Instagram, yo en cada foto estoy en distinta posiciones; sonriendo, hablando, peleando con Roberta, metiendo el dedo al pastel, Justin también le tomó foto a la comida y a él mismo.

Roberta: Justin, Justin préstame diez dólares.
Yo: ¿Y para qué quieres plata?
Roberta: Afuera están vendiendo hamburguesas. Es que no me gusta la comida de aquí.
Justin: Yo te doy, pero con una condición - la castaña bufó.
Roberta: ¿Cuál?
Justin: Tómanos una foto - extendió su teléfono.

Aceptó más que gustosa, claro solo tiene que sacar una foto y recibe su dinero. Con Justin atrás mío, abrazando mi cintura y sonriendo Roberta indicó que la foto ya está y que por ende ya está circulando en las redes.

Yo: Se van dos semanas a las playas de las Bahamas y nosotros aquí.
Justin: Es su luna de miel ¿qué esperas?
Yo: Que me lleven.
Joe: Despéguense parejita, papá y Madison ya se van, tenemos que despedirlos.

En el camino encontramos a Roberta y salimos todos juntos, los nuevos esposos de Atlanta ya estaban dentro del auto, Madison ya no traía su vestido de novia, ahora vestía mucho más cómoda unos jeans con un saco verde agua. Los tres nos acercamos a la ventana del auto.

Tp: Son dos semanas, compórtense, nada de fiestas descontroladas, ayuden a Helga en la casa y estudien, ______(Tn) sí, te hablo a ti.
Yo: Me ofendes - me llevé la mano al pecho - yo me comporto y estudio.
Tp: Y no creas que no te salvas del tatuaje - es la primera vez que lo ve, y por suerte y gracias al ajetreo de su boda no me ha dicho ni media palabra.
Madison: Los números del hotel, están apuntados en una hoja debajo del teléfono de casa, cualquier cosa que pase quiero que llamen, cualquier cosa.
Joe: Papá nosotros nos vamos el diez, días antes de que regresen, por si no te acuerdas.
Tp: Sí, me acuerdo Joseph. Los permisos del aeropuerto ya los hice, en el cajón de la mesa de noche de mi cuarto están los boletos y tu pasaporte - se dirigió a mí.
Roberta: No quiero quedarme sola hasta que vengan.
Madison: Son solo tres días, Helga va estar contigo día y noche hasta que regresemos.

La camioneta empezó a ronronear.

Tp: Se cuidan, estaré llamando. Justin, cuídate.
Justin: De igual manera, que la pasen bien.
Madison: Adiós, compórtense.

Y el auto arrancó.

Joe: ¡Chau, disfruten!

La camioneta giró y se perdió.

Yo: ¿Trajiste tu camioneta, verdad? - pregunté a Justin.
Justin: Sí.

Los dos hombres/adolescentes hablaron y hablaron ah y hablaron todo el camino sobre un bendito partido de fútbol americano que se iba a jugar la próxima semana, intenté cambiar de tema, Roberta intentó cambiar el tema, pero tampoco pudo y luego se me ocurrió la brillante idea de hablar de Adam -en voz alta- con la otra mujer de vestido rosa en el auto, sabía que el tema lo sacaría de su concentración, y me funcionó y en vez de que sea un momento divertido se volvió en una casi pelea, casi porque Joe y Roberta no dejaron que sea una completa pelea.

Joe: No vas a ir.
Yo: Claro que sí, papá siempre me ha dejado, él confía en mí. 
Joe: Papá está demente, y si mi mamá se entera de que tú y Justin...
Yo: Justin y yo nada - tampoco es que hable abiertamente de las “cosas” de Justin y yo, a mí hermano mayor.
Joe: ¿Con condón, verdad ______(Tn)?
Yo: Hablas sin sentido - traté de escabullirme, me detuvo. Putos centímetros de más.
Joe: Respóndame y te vas.

Levanté el dedo y lo restregué en su cara negando.

Yo: Con amenazas, no, eh, amenazas no.
Joe: Solo di sí o no. Pero con la verdad.
Yo: Okay, sí. ¿Contento?, Sí, con condón.

Qué momento más incómodo, creo que hasta con mi papá me sentiría más suelta.

Joe: Eso no me dejó más tranquilo - retiró su mano de mi hombro.
Yo: Porque eres mi hermano mayor - dije con obviedad.
Joe: No debiste crecer.
Yo: Con sentimentalismos, no - de puntillas besé su mejilla - me voy, Bieber espera abajo, nos vemos el domingo. Trata de hacer el fin de semana de Roberta horrible como lo hago yo ¿sí?
Joe: No.
Yo: Malo.

Tiré mi mochila a los asientos traseros y Justin arrancó. A los segundos de movimiento, mi estómago sonó.

Yo: Tengo hambre - me quejé - ¿tienes comida?
Justin: Hay unas papas a medio comer en el bolsillo de mi pantalón.
Yo: A nada - encogí mis hombros.

Con mi mano izquierda, extraje lo más rápido que pude las papas; uno porque me moría de hambre y dos porque Justin al más simple contacto se ríe. Es cosquilludo.

Yo: Están medias duras - dije masticando.
Justin: -entre risas dijo- Cierra la boca cochina.

Mastiqué exageradamente con la boca bien abierta, provocando en Justin asco y risas.

Justin: Ese Adam, no es más sexy que yo.
Yo: Otra vez no, solo lo dije para que dejaras de hablar de fútbol.
Justin: Admites que soy más sexy - encarnó las cejas.
Yo: Sí, tú eres muy sexy - alargué la u.
Justin: No me convence.
Yo: Lástima.
Justin: ¡Hey! - gritó.

Como de costumbre de los fines de semana, estaba parada frente a la puerta ’22-C’, esperando a que Justin abriera la puerta. Entramos, yo fui al sillón a ver televisión y él a su habitación a cambiarse, según él que el traje le apretaba.

En Disney Channel justo pasaban los Hechiceros de Waverly Place, subí el volumen. De mi mochila saqué mi cepillo dispuesta a quitarme el peinado de Marcio, ya me había quitado las flores pero el peinado recogido seguía ahí haciendo que mi cabeza pesara más de lo normal.

Justin: ¿Te ayudo?
Yo: Te vas a enfermar.

Andar solo en pantalones es lo de Justin Bieber.

Justin: Tengo calor - pasó a sentar se a mí costado.
Yo: ¿Andas caluroso, Bieber?
Justin: Mucho ¿me ayudas? - pervertido.
Yo: Oí que el hielo y bañarse ayuda - guiñé el ojo.
Justin: Pesada, yo tenía otras ideas... dame eso - sacó el cepillo de mis manos.

Con Selena o mejor dicho Alex hablando, Justin peinaba y jalaba mi cabello, jalaba y peinaba, peinaba y peinaba, y jalaba. Terminó dejándome con una trenza, la toqué y para ser hombre sin ninguna experiencia en peinados, le salió bien.

Yo: Tengo hambre.
Justin: ¿Hamburguesas?
Yo: Y pizzas.
Justin: Y pizzas - confirmó.

Al día siguiente...

No me despertó los sonidos de las aves, tampoco el despertador, ni mucho menos los rayos del sol -porque es invierno- me despertó la bulla de la música a todo volumen. Justin es experto en olvidar cosas, y una de ellas es que a mí me gusta dormir más de diez horas los domingos.

Yo: ¡APAGA ESO!

Ni una sola palabra, solo Eminem rapeando hasta más no poder.

Yo: ¿¡DÓNDE ESTÁS, BIEBER!?
Justin: EN EL BAÑO.

Yo: Ah, claro. Eso sí escucha - saqué todas y cada una de las mantas que mantenían mi preciado calor corporal, para enfrentarme al frío.

Abrí la puerta del baño, y me recibe un Justin afeitándose desnudo, con unos simples boxers, de su cabello le caen gotas de agua. Dejó la máquina para sonreírme.

Justin: Buenos días.
Yo: Hola, tú - golpeó su máquina en el lavamanos y vuelve a lo suyo - yo quiero hacerlo.
Justin: No creo que... - empieza a decir, pero lo corto.
Yo: Oh, vamos. Por favor.
Justin: Ya, ten - me pasa la máquina de afeitar aceptando a medias.

Cuando echa la cabeza hacia atrás repaso los cabellos de su nuca con mis dedos. Es divertido saber que cree que voy a cortarle la cara. Tiene la típica barba de los dos días, paso la máquina por el cuello y subo hasta su barbilla. Ahora la zona baja de sus mejillas y doy por concluido mi trabajo cuando paso la máquina por debajo de la nariz. Y adiós barba de dos días. Suelta un suspiro de alivio contenido.

Justin: Ni una gota de sangre - dice divertido. Me abraza por la cintura y para mantener el equilibrio apoyo mis manos en sus brazos cada día más musculosos. Se está tomando en serio el gimnasio.
Yo: Me duele tu falta de fe en mí - exagero el momento.
Justin: Trágica - mira mi boca y hace lo que ya sabía. Me besa, corto pero intenso.
Yo: ¿Qué vamos hacer hoy?
Justin: Vamos al supermercado, me estoy quedando sin comida.
Yo: Bueno, entonces ve saliendo que me quiero bañar.
Justin: Nos podemos bañar juntos - propone alzando repetitivamente las cejas.
Yo: Tú ya te bañaste.
Justin: Puedo volver a bañarme - no conocía al Justin pervertido de las mañanas.
Yo: Amo al agua del mundo, no quiero que se seque. Adiós.


Gritando <<Ambientalista>> se fue. Regulé el agua de la duche a un nivel intermedio, tampoco se trata de pelarme con el agua caliente. En veinte minutos salgo del baño con una toalla como ropa, de la mochila saco mi ropa que elegí ayer.


Son los zapatos que compré el día de mi cumpleaños. Como desayuno hay café humeante con dos pedazos cada uno de la pizza de ayer. Golpeándonos con las caderas nos cepillamos los dientes, es así todas las mañanas de los sábados o domingos. Él lava los servicios y yo le tomo fotos y me encargo de que estén en Instagram, también utilizo su twitter para decir lo que se me ocurra como <<Soy un oso panda de colores>> a los segundos varios hubieron varios retweets a ese tonto tweet. Justin sí que es un ídolo.


***

Justin: _____(Tn) - volteo a verlo - ¿Soy un panda de colores, en serio?

Despegó la mirada de su teléfono para verme.

Yo: ¿Qué más quieres? Te hice tendencia - contesté y puse cuatro cajas de leche en el carrito.
Justin: Yo también me voy a meter en tu Twitter.
Yo: No, mi Twitter es serio - empujamos el carrito a la siguiente sección del super.

Primero la indispensable caja de cereal favorita de Justin, luego frutas, sopas instantáneas, ingredientes para la comida de los días, fideos para pasta -exigencia rigurosa de Justin- chocolates y de todo un poco de los dulces que haya. Mientras el pagaba, yo salí en busca del auto tecleando en mi celular.

Mensaje:
¿Dónde estás?
-Alexandra-

Respuesta:
Comprando con Justin.
-(Tn)-

Mensaje:

Me olvidé de tus fines de semana con Bieber. Te iba a decir para que vengas a mi casa a iniciar un complot contra Rosie.
-Alexandra-

Respuesta:
¿Rosie? ¿Ahora qué hizo?
-(Tn)-

Mensaje:

Aparte de existir, me ha estado diciendo tonterías por Facebook, de ti y de mí, y de las demás. Se manda cualquiera para que la odiemos. Está demente.
-Alexandra-

Justin: Gracias por ayudar - escuché que decía sarcástico.

Trae un montón de bolsos sujetadas por ambas manos.

Yo: Dame algunas - logré quitarle como cinco - déjalas en el piso y abre el maletero de la camioneta.

Justin en el trayecto me dictaba palabras en francés. Recién me acordé que tengo una tarea de francés que entregar mañana. En notas en el teléfono yo apuntaba y Justin dictaba.

Yo: Repítelo, no entendí.
Justin: Toujours et jamais, c'est aussi long l'un que l'autr.

No entendí nada.

Yo: Dímelo, pero esta vez en idioma humano.
Justin: Siempre y nunca, es tan largo el uno como el otro. Es un proverbio Canadiense.
Yo: Ah, ¿me lo deletreas?
Justin: T-O-U-J...
Yo: Un rato, un rato. Me llaman.

::Llamada Telefónica::

Alexandra: Maldita, no contestaste mi mensaje.
Yo: Oh, cierto. Perdón.
Alexandra: ¿Has hecho lo de francés?
Yo: Estoy en eso - miré a mi traductor personal - ¿tú?
Alexandra: Usé traductor Google, no me digas nada. Ya sé que me pondrán cero.
Yo: Tonta. ¿Qué te dijo exactamente Rosie?
Alexandra: De todo y de nada - ¿Ah? - que eras tonta, fingida, superficial, utilizas la fama de Justin y que tenga cuidado de ti, que tú y Christian tienen sus secretos disque “amorosos”. ¿Está loca o leyó mucha ficción? ¿Tú y Christian? Por favor, tú no te meterías con él.

Miré a Justin. No dice nada, no escuchó. Christian y yo tenemos nuestra mini historia, hecho que quedó guardado en el baúl oscuro de mis recuerdos. Ahora es cada quien por si historia, él con Alex y yo con Justin.

Yo: Sí, loca total. En fin, ¿mañana hay entrenamiento, verdad?
Alexandra: Sí, oye me voy a conseguir arañas venenosas.
Yo: No me digas, ¿para la mochila de Rosie, verdad?
Alexandra: Tú si sabes.

Reí.

Yo: Estás mal, adiós.
Alexandra: Chau y no le mandes saludos a Bieber.

::Fin de la llamada::

Yo: No te manda saludos - guardé el celular.
Justin: ¿Ah? ¿Quién era?
Yo: Era Alex - su cara demostró que ya comprendía - tiene problemas con francés.
Justin: Si tú los tienes, ya me imagino como estará ella.

Le di un golpe flojo en su brazo.

Yo: Malo. ¿Te acuerdas cuando te dije que no sabía que iba hacer con mi vida?
Justin: Sí, fue cuando salimos a cenar juntos.
Yo: Me llevaste con engaños, Max se complotó contigo en mi contra.
Justin: Sin ese complot, no seríamos lo que somos ahora - cierto - bueno, ¿qué decías?
Yo: Voy a ser bailarina, pero de las profesionales, abriré mi escuela, seré coreógrafa y no volveré a ver las matemáticas en mi vida.
Justin: Me encanta, hay solo un error en tus planes.
Yo: ¿Cuál?
Justin: Yo no estoy en tus planes futuros.

Todo se detuvo, todo menos el tráfico. Ningún auto se movía ni mucho menos los ojos miel de Justin de los míos. ¿Cómo decirle a Justin, que no creo que el amor en la adolescencia dure para siempre? ¿Cómo decirle, que no soy capaz de aguantar tiempo sin verlo por sus giras, de que no creo en las relaciones a distancia y que tampoco me gusta la fama cegadora de Justin Bieber?  

Yo: No hago planes amorosos para el futuro.
Justin: ¿Por qué, no confías en lo nuestro?
Yo: No confío en las hormonas adolescentes.
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Antuanet.
(:

domingo, 20 de octubre de 2013

Cap 60: I'm not afraid to walk this world alone


Yo: ¡Cállate!
Justin: Amargada.
Yo: Amargado tu culo - dos segundos de silencio para luego terminar en carcajadas - bipolar.
Justin: ¿Yo? Pero si tú fuiste la que se levantó con el mejor humor del mundo y luego empezaste a insultarme.
Yo: ¿Y por qué crees?... Une los puntos Justin, no es tan difícil.
Justin: ¿La píldora, verdad? - asentí - lo sé y lo siento me dejé llevar, nos dejamos llevar ninguno de los dos se acordó y pues la píldora es la mejor opción en esos casos.
Yo: Ya.
Justin: Estás molesta - sentenció.

Antes de abrir la boca y contestar lo pensé, no creo estar molesta con él más bien estoy preocupada por la idea de que la dichosa píldora “salva adolescentes con hormonas alteradas” no funcione y se me joda la existencia y la de él.

Yo: Quiero hacerme un tatuaje - solté.
Justin: No estás molesta, estás preocupada o estresada cuando quieres hacer cosas impulsivas es porque estás estresada o preocupada.
Yo: Entonces…
Justin: Necesitas permiso, yo no puedo simplemente llevarte y que te hagan un tatuaje.
Yo: ¿Cuándo te volviste tú el maduro de esta relación? Ese era mi papel - rió.
Justin: Ya, ya te llevaré pero si tu papá pregunta, yo no sé nada.
Yo: Cobarde - me burlé.

Giró el volante hacia otra calle, desconocida para mi mente. El camino se hizo insoportablemente eterno, ojalá pudiese decir en qué calle maso menos me encuentro pero no puedo, porque no tengo la mínima idea en donde estoy.

Yo: Al final, mi papá se va dar cuenta que eres cómplice de esto - apreté su mano frente a la puerta del local.
Justin: ¿Por qué lo dices?
Yo: Hay unos tantos por allá atrás tomando fotos disque “secretamente”. Y jode que porque seas Justin Bieber no puedas tener vida privada.
Justin: Solo ignóralos - acarició mi mano con su pulgar entrelazado al mío.
Yo: No puedo - contesté - es difícil ignorar cámaras siguiéndote y por tanto siguiéndome.

Escuché su suspiro molesto, ojalá y espero que sea por la culpa de esos monos de la cámara y no mía y de mi opinión.

Justin: Bang Bang - estrecharon las manos y se golpearon la espalda, hombres - ella es _____(Tn).
Bang, Bang: La eh visto, hola - televisión, pensé - buen gusto Bieber. ¿Vienes por otro tatuaje?

El tal Bang Bang, no es como me imaginaba a un tatuador o sea yo me imaginaba un hombre lleno de aros y tatuajes con apariencia ruda aunque Bang Bang esté repleto de tatuajes igual se ve algo así como un oso de peluche.

Yo: No, él no, yo sí.
Bang, Bang: Pero...
Justin: Bang Bang, por favor - pidió por mí.
Bang, Bang: Sin permiso no, Bieber ya sabes, sus papás me pueden demandar.
Yo: Mi papá es bueno y mi mamá mientras no se entere es buena persona.

Tanto Justin como yo lo miramos con cara de ‘Por favor’ hasta que por fin su expresión fue cediendo.

Bang, Bang: Esta bien, ¿cuál vas a querer?

Sonreí abiertamente, desde los trece que quiero tener un tatuaje y cuando hablaba con el tema con mi madre ella siempre saltaba con sus “Hace daño a la piel” “Ya no puedes donar sangre” “Tal vez contraigas una enfermedad con la aguja” y con la que terminaba de convencerme el “Te va doler” Pero sus luchas son por las puras, tendré mi tatuaje y punto.

Tuve la mano de Justin trenzada a la mía hasta antes de que Bang Bang empezara su trabajo, en vez de yo estar nerviosa o asustada era él, tampoco voy a negar que me dolía cuando sentía que la aguja seguía su curso era como miles de punzadas en mi piel, cuando me dolía apretaba una parte de la camilla y la mano de Justin la dejaba sin presión. Cuando dejó su máquina a un lado y procedió a proteger el tatuaje me sentí relajada y más cuando dijo que ya había terminado. Al final de todo yo tenía la frase I'm not afraid to walk this world alone en la espalda justo por debajo del cuello entre los hombros, antes de salir me volví a colocar la camiseta de Justin, esa fue la parte que más odio él aparte de habérmela quitada en frente de alguien más que no sea él.

Justin: No entiendo tu tatuaje ¿de verdad no tienes miedo de andar sola por el mundo?
Yo: Sí, tengo miedo pero el punto del tatuaje es hacerme creer que no. ¿Entiendes?
Justin: No - le entregué su café.
Yo: Algo así como psicología inversa.
Justin: Ah, ya entendí.

Fuera del Starbucks hay más tipos con cámaras, Dios mío, ni que estuviéramos usando la calle como hotel.

-Justin, Justin una pregunta, por favor.
Justin: Pues...

Saqué la mano de Justin de la mía y recorrí sola lo que queda del camino para llegar al Ferrari, desde la ventana vi a Justin como contesta algo incómodo. El problema de Justin, es que no entiende a que grado me molestan las cámaras y las fotos que salen al día siguiente de nosotros especulando a base de nuestras miradas o expresiones, él estará acostumbrado pero yo no soy del medio.

Justin: No debiste hacer eso - cerró la puerta aún con la expresión dura.
Yo: Me intimidan las cámaras, ese mundo no es el mío.
Justin: Debiste haberlo pensado antes de haberte metido conmigo.
Yo: ¿Disculpa? Yo no me metí conmigo, piensa antes de hablar, es gratis.

Imbécil, la palabra meterse suena a que yo solo estoy con él por interés, dediqué mi mirada a mi celular específicamente a los Angry Birds y mi boca al café. Justin tampoco se esforzó en arreglarlo al segundo que cometió su burrada, todo lo contrario al parecer sigue molesto, su ceño fruncido y su mirada colérica a cada auto que pasa por el costado, lo dice todo.

Tras un largo e incómodo silencio, por fin llegamos a mi casa.

Justin: Perdón, yo no quise decir eso. Solo lo dije porque no sé, me fastidió que te hayas ido así, mañana va salir todo tipo de rumores y nada buenos para ti, _____(Tn) yo no quiero que la gente esté hablando cosas que no son.
Yo: Que les den - exclamé.
Justin: ¿No estás molesta, verdad?
Yo: Estoy molesta con las putas cámaras, estoy molesta con la puta píldora, estoy molesta con la puta cosa esta que le ponen a los tatuajes, estoy molesta con el puta idea de que mi madre se va hoy.
Justin: Que fino tu vocabulario - dijo sarcástico.
Yo: Supéralo, yo no soy fina.
Justin: ¿A qué hora llega tu mamá y tu hermano?
Yo: Dentro de nada y hablando de eso, debo cambiarme no sería muy favorable para ti, que me vean con tu ropa.
Justin: Pero no me dejes solo - agarró mi muñeca.
Yo: No morirás, solo no trata de decir tus tonterías y vivirás.

Me solté de él, salí volando a las escaleras. El timbre sonó.

Justin: ____(Tn)
Yo: Tú puedes, les caerás bien, never say never - tras burlarme de él, corrí a mi cuarto.

Trato de escuchar algo pero no oigo nada, mejor me cambio antes de que a Justin le dé un paro cardiaco de los nervios. Que sienta lo que yo sentí.

Antes de desnudarme, elegí la ropa; los jeans y zapatos que usé ayer para ir a almorzar, un suéter rosa -horroroso- también con los mismos lentes de nerd de ayer. La ropa de Justin la hice bola y la coloqué en un cajón y los zapatos los “guardé” debajo de la cama.

Bajé toda yo en el plan “rescatar a Justin” pero mi plan se desmoronó al ver a mi madre y a él hablando de los más cómodos hasta se ríen y a mi hermano que dijo que lo iba hacer sufrir está haciendo todo lo contrario. Los saludé y todos nos subimos a la camioneta negra de papá, con Joe al volante todos fuimos al restaurante más cercano al aeropuerto, no quiero que mi mamá se vaya aunque Joe se queda y eso me alegra de sobre manera, pero a mi mamá no la veo ya tiempo, extraño pelear con ella era tan divertido cuando apretaba los dientes y parecía que se le fuera triturar la dentadura.

Tm: ____(Tn), prométeme que te vas a cuidar.
Yo: Siempre me he cuidado.
Tm: Joe, cuídala ¿sí?
Joe: Tú también cuídate, mamá.
Yo: Te vamos a visitar para tu cumpleaños y nos vamos a quedar de largo hasta año nuevo.

Bueno Justin, se acaba de enterar.

Tm: Llamen y seguido - me mira a mí.
Yo: Se me pasa, lo siento.

En medio del abrazo familiar, suena la típica voz de los aeropuertos no sé si es para el vuelo de mi madre o de otros, la situación es que ahora mi mamá ya se está yendo y no la veré hasta diciembre y aún falta días para terminar octubre.

Yo: ¿Cuánto falta para que lleguen Brenda y Eddie?
Joe: Como una hora, maso menos.
Yo: Voy por algo para comer ¿quieres algo?
Joe: Si encuentras una hamburguesa, sí.
Yo: Vamos Justin - me toma de la mano y nos alejamos de mi hermano.

Hamburguesas por ningún lado. Entramos de la mano a un Pinkberry, no hay mucha gente obvio que no hay gente porque hace frío a menos que quieras tener un resfriado. Justin solo compró uno -tacaño- con el helado nos fuimos a sentar a la mesa plateada.

Justin: Me vas a dejar solo en Navidad.
Yo: No voy a dejar que mi mamá pase sola Navidad y su cumpleaños - cogí la única cuchara que traía el helado y me lo metí a la boca, comiendo el helado de vainilla.
Justin: ¿Su cumpleaños, es el veinticinco?
Yo: No, el trece de diciembre.
Justin: ¿Me vas a dejar solo desde el trece hasta enero?
Yo: No, ¿cómo crees? Me voy el diez.
Justin: Deja de comerte mi helado - me quitó la cuchara - me abandonas en Navidad y encima te comes mi helado. Mala persona.
Yo: Exagerado. Solo me voy por días, hasta el dos. ¿Tú no te ibas a Canadá?
Justin: Mi mamá quiere ir a Canadá y yo también.
Yo: Pero...
Justin: Pero después de fiestas, tengo gira y eso incluye no vernos.
Yo: ¿Cuánto tiempo te vas?
Justin: No sé, Scooter cuando tenga la fecha clara me lo va decir.
Yo: Ah, este ¿nos vamos? Joe debe estar esperando.

Esperamos todo lo que restaba para que se termine la hora, solo Joe y yo, Justin tenía que irse a una reunión porque va tener un nuevo video con Nicki Minaj, cosas de famosos, lo bueno de esta hora sin Justin es que me puse al tanto de la vida de mi hermano y él de la mía. Eddie y Brenda llegaron como los dejé, claro que más altos y en el caso de Brenda más delgada. Yo los extrañé bastante a diferencia de Joe que mientras se daba la gran vida en Australia, él vivía con ellos.

Eddie: Me da miedo el tercer piso - aclaró mirando las escaleras.
Yo: Entonces duerme con Joe.
Joe: La pasaremos bien, guapetón.
Eddie: ¿En qué cuarto del tercer piso, dijiste? - me habló a mí.
Yo: Hay tres, uno es un baño, el otro es la lavandería y el último tiene una cama, ah pero con sábanas.
Eddie: Que tentador - dijo ironizando.
Brenda: ¿Y yo?
Yo: Conmigo.

Joe ayudó a Eddie con sus cosas y yo a Brenda, que para quedarse solo una semana a abusado en maletas. La noche llegó más rápido que volando, los cuatro estábamos desparramos en el sillón viendo Buscando a Nemo. El timbre sonó, los tres nos miramos y digo tres porque Ed estaba muy entretenido cantando <<Nadaremos, nadaremos, en el mar, el mar. Hay que nadar, nadar…>>

Yo: Tranquilos, no se peleen por abrir - dije sarcástica mientras levantaba mi cómodo trasero para abrir.
Melanie: ¡_____(TN)!

No venía, sola cuando entró una fila de personas pasó con ella; Chaz, Alexandra, Nalu, Christian y Ryan. Lo más raro era que no venían como para pasar un rato normal sino que todos venían como para ir de fiesta.

Yo: ¿Identificación falsa? - pregunté sospechando sus oscuras intenciones.
Melanie: ¡Sí, baby! - hice una mueca - no, nada de muecas. No celebramos tu cumpleaños como se debe.
Alexandra: El horroroso de Bieber, dijo que no pongamos un pie en tu casa, que tenía una sorpresa y no quería personas. Bah.

Antes de seguir hablando me acordé que yo no estoy sola en la casa, que están tres personas más que miran la escena confundidos, porque claro está que no conocen a ninguno.

Yo: Oh, cierto. Chicos ellos son, Joe, Eduardo y Brenda - señalé respectivamente.

Ambos bandos levantaron las manos en gesto de saludo. Que amigos tan sociales tengo.

Yo: Joe es mi hermano - las reacciones confundidas se hicieron presentes en los recién llegados menos en Ryan, él sonrió abiertamente - y, Eddie y Brenda son amigos, vienen de visita.
Christian: ¿Hermano? - susurró - pido la historia completa luego.

Asentí.

Yo: Con lo otro - miré a Melanie - tengo que llamar a mi papá porque él no está aquí, es más nadie está aquí más que nosotros, se han ido para ver lo de la boda.
Nalu: Ya nos encargamos de eso, llamamos a tu papá y todos lo convecinos, con tal de que venga Joe - la miramos divertidos - ¿Qué? Eso dijo tu papá.
Ryan: Ajá Nalu, ajá.
Nalu: No te hagas el torpe, que tú también lo escuchaste.

Y le dio un golpe en el brazo.

Eddie: Yo también quiero ir - saltó el rubio.
Alexandra: Sí, ve - ahora él que se puso celoso fue Christian, que no tiene derecho porque con Alexandra siempre están entre sí y no - o sea, discriminar es feo, todos vamos y punto.

Brenda y yo subimos riéndonos por la situación que se montó por la culpa indirecta de mi hermano y su hermano allá abajo. No me sorprendió que tuviera en su maleta gigante un vestido y tacones perfectos para esta situación, yo fui la del problema. Con el tiempo a premio, Brenda me prestó una falda corta de estampado, saqué el corset negro de mi armario que mi madre dejó por “casos de emergencia” y otra vez le robé zapatos a Madison.

Ryan: ¿Quiénes se vienen conmigo?
Chaz: ¿Y quién conmigo?

Pude haber propuesto la idea de que Joe condujera mi precioso auto nuevo, pero no, ¿saben por qué? porque yo quiero ser la primera en pisar el acelerador y poner mis manos en el volante pero hasta que suceda debo aprender.

Melanie: Pensando gente, somos diez personas, cuatro con uno y cuatro con otro. 
Ryan: _____(Tn), su hermano, Nalu y...
Brenda: Yo - alzó la mano, como estudiante.
Chaz: Y los otros conmigo.

Narra Olivia:

Gea cada cinco segundos suspiraba, que si el vestido esto..., que si el maquillaje el otro. Su baile la tiene más que gastada. Mientras que yo intento meterme en el vestido rojo que mamá compró, todos mis amigos se dirigen a una discoteca a celebrar el cumpleaños de _____(Tn).

Gea: No pestañees, que no te puedo hacer las pestañas.
Yo: Entonces no las hagas - dije medio en suplica.
Gea: Tienes que verte preciosa para Jason, además si no hago las pestañas quedará en vano mi trabajo que hice con tu boca y ese precioso color escarlata que use.
Yo: No entiendes que a mí Jason, no me gusta.
Gea: Y tú no entiendes, que no sabes mentir y quédate quieta, no hables.

Si Melanie, se entera que su preciado novio va a venir para irnos a un baile de graduados se va molestar. De por si a veces me hace preguntas según ellas algo discretas sí es que me gusta Jason a las que yo se evadir perfectamente.

Mamá: ¡EL TIMBRE!
Yo: ¿Jason?
Gea: ¿Oliver?

Ya listas bajamos casi corriendo frenando en los últimos escalones al encuentro de nuestras parejas. Tragué saliva y miré a un Jason diferente, de saco y corbata.

Narras Tú:

Música, alcohol, bulla, personas… Quedarme con esa identificación falsa fue lo mejor que hice. El último éxito de Britney Spears retumbaba por todo el lugar, al ritmo de Work Bitch, Ryan hacía de todas las estupideces que se le ocurría en la pista de baile con Nalu imitando, a pesar de que el lugar este atiborrado esa pareja de extraños se ganó las miradas y las risas de algunos de por allí.

Eddie: O están borrachos o están dementes - dijo mirándolos.
Chaz: Así son de extraños todo el día, uno se acostumbra.
Brenda: Voy al baño.

Mentira, se dirigió al chico morocho de la esquina, el cual hace ya rato le estaba haciendo miradas insinuantes. Cansados de estar sentados mientras esa pareja de raros bailaban, nosotros nos unimos, imagínense nueve personas haciendo el ridículo del siglo un domingo por la noche. Los hombres tomaban y bailaban, yo con Alexandra y Nalu con Robin Thicke atraíamos la mirada de varios y varias entre risas y ajetreos intentábamos hablar sobre lo que podía estar pasando entre Melanie y Chaz, que últimamente andaban raros. Por lo que sé ambos andan emparejados, con Jason y Caitlin respectivamente pero eso no les impide para estar justamente ahora aprisionados junto a la puerta del baño de mujeres hablando muy cerca, casi... oh, por Dios, se están besando por no decir que se están comiendo. Al juzgar que ni Alexandra y Nalu han dicho algo es que yo fui la única que los ha visto, los brazos de mi hermano haciendo que me mueva más me hicieron olvidar de lo que había visto.

Narra Olivia:

Caminamos juntos todo el tramo que faltaba para llegar a la puerta de atrás, no hablamos, ni siquiera cuando llegamos al jardín de atrás. Con la mirada en la nada me senté.

Yo: Gracias por sacarme de ahí.
Jason: Yo también lo necesitaba - arrancó el pasto.
Yo: Lo siento por traerte aquí.
Jason: No, a mí me gusto eso de bailar, nunca he ido a un baile. Me gustó - por fin me miró.
Yo: Una estrella fugaz, mira.

Daba la impresión que la estrella se extendiera dejando su rastro brillante por el cielo.

Jason: Pide un deseo - dijo rápido.

Quiero tener valor. Apreté los ojos.

Jason: ¿Qué pediste?
Yo: Si te lo digo no se cumplirá.
Jason: Bah, esas son tontería, dímelo.
Yo: Pedí valor.
Jason: ¿Cómo para qué?

Sentí que mi deseo se cumplió, cuando el valor me recorrió las venas y al ver un brillo destellar de sus ojos, sé que voy por buen camino. No yo misma me creí hasta que sentí su mano recorrer mi brazo desnudo, nos estamos besando.

Jason: Mi deseo acaba de cumplirse.

Narras Tú:

Ryan la coronó hoy, diez latas de cerveza más dos de algo azul que no quiero saber que era. Melanie, Nalu, el borracho de Ryan y Alexandra con la más razonable al volante, Melanie, salieron de ahí. Joe se encargó de todos nosotros porque el tonto de Chaz también tomó claro que no como Ryan. Creo que nadie ha tomado como el descocido de Ryan. Mi hermano obligó a Chaz a irse en un taxi y que mañana venga por su carro.

Brenda ya estaba por la mitad de la escalera, su hermano la llevaba en brazos que de tanto en tanto bostezaba.
Yo: Yo también quiero - le dije a Joe.
Sin mostrar queja alguna, me elevó del suelo.

Es el último día de noviembre, y estamos más ajetreados que nunca, sabía que las bodas te consumían pero no para tanto, Madison desde que amaneció está corriendo de un lado para el otro con el teléfono pegado a la cara, desde anoche que mi papá no está en la casa -Madison lo botó- por la tradición del novio no debe ver el vestido de la novia antes del matrimonio, Joe aprovechando eso se fue con mi papá, como que no quiso estar presente en la histeria de la novia. A diferencia de Madison, Roberta y yo estamos como si fuera un día común aún seguimos en pijama con los cabellos revueltos y con los ojos hinchados por tanto dormir.

El timbré anunció que el estilista de Madison, ya había llegado. Marcio. Marcio es brasileño cosa que justifica su pésimo inglés pero según Madison es maravilloso con las manos, su vestimenta negra y su cabello ondulado le dan un aire a malo de película antigua.

Madison: Primero empieza con ellas.
Marcio: ¿Quién primero? - preguntó específicamente a nosotras dos, con mi mano izquierda empujé por la espalda a Roberta. Ella volvió a retroceder.
Roberta: No, yo todavía no me baño.
Madison: Acordamos en que ambas se bañarían ayer por la noche para ahorrar tiempo hoy - dijo molesta a su hija.
Marcio: Ven tú primero niña - jaló de mi mano, hasta el frente del tocador inmenso de Madison.
Madison: El de las dos tiene que ser recogido, por las flores que te dije - habló, Marcio asintió.


¿Flores? ¿Qué flores? Nunca me dijo nada de flores, solo sé que el vestido es rosa o algo parecido a ese color, no estoy muy enterada porque la que decidió la vestimenta de todos fue Madison, ninguno de nosotros metió su cuchara para opinar, cosa que a mí me alegró mucho, porque no tengo ni la más mínima idea de cómo se va vestido a una boda. En media hora Marcio ya había terminado con mi maquillaje y peinado. Caminé hasta mi cuarto sintiendo que la cabeza me pesa a causa del peinado, saqué la caja plateada que contenía mi vestido y zapatos.



En la camioneta negra perfectamente decorada para la ocasión, nos fuimos con Mario de conductor, Madison está hecho un manojo de nervios, Roberta aunque no lo quiera admitir igual, sus pies se balancean de arriba abajo sin parar.

Por los mensajes de Justin, ya todos están en la iglesia, y no se equivocaba cuando Madison hizo su entrada triunfal con su padre del brazo, y conmigo y Roberta por detrás de ella. La cara de felicidad de mi papá cuando vio a Madison no tiene precio.

Justin: Te queda muy lindo ese color - susurró en mi oído.
Yo: Shh, el señor calvo de túnica va hablar.
Justin: ____(Tn) se llama...

Le tapé la boca con la mano, que la quité al segundo porque la lamió, se le hace costumbre.

-Hermanos y hermanas, estamos reunidos hoy aquí, para celebrar la boda...
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Regresé, cumplí y otra vez disculpen. Ojalá les haya gustado. (: